domingo, 23 de septiembre de 2012

UNA “REGIA” SORPRESA … ¡¡Y TANTO!!

Comenzamos una serie de ocho artículos sobre lo ocurrido con los clubes sevillanos a mediados de los años 10 del siglo pasado. Un trabajo de investigación profunda de Enrique Vidal, componente del Área de Historia del Sevilla FC, del que salen las conclusiones que iremos exponiendo. Me quedo con la frase del autor “preguntas que quizás nunca nadie se ha atrevido a realizar, al menos públicamente”. Carlos Romero.

Por Enrique Vidal

1º).- 1914, AÑO CLAVE

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1914 es un año decisivo en la historia del fútbol sevillano, podría incluso considerarse como el más determinante, desde el punto de vista institucional, para el futuro de las diferentes sociedades que lo componían.

Es un año en el que un Betis FC fantasma que ni siquiera participa en el Campeonato de Sevilla se ¿refunda? para al cabo de unos meses volver a extinguirse, pese a que en el ínterin había obtenido nada menos que el título de Real; donde la supremacía deportiva de la ciudad corresponde al Sevilla Balompié, que gana la final del campeonato municipal de ese año a los sevillistas y también la revancha (“copa violetero”) que éstos le solicitaron después, no sin graves incidentes en ambos encuentros; donde el Sevilla FC, tras un 1913 fecundo bajo el mandato de Miró Trepats, en el que resulta campeón de Sevilla e inaugura el recinto deportivo del Mercantil, sufre una aguda crisis que se solventa, primero, con la salida (y defenestración definitiva) de José Luis Gallegos (sustituto de Miró) y el acceso a la presidencia del carismático Paco Alba, y luego, mediante la reorganización de su modelo de club, modificando y refundiendo sus estatutos originales, en cuyo artículo 1 se hace constar expresamente la fecha fundacional oficial del 14 de octubre de 1905; donde el Sevilla Balompié recibe una extraña subvención del Ayuntamiento por importe nada menos que de 1.000 pesetas, procediendo inmediatamente a la compra de dos cajas de puros para obsequios; un año que culmina, finalmente, con la fusión, incomprensible según algunos contemporáneos, entre un Betis Football Club recientísimamente coronado como Real Sociedad y el Sevilla Balompié, mediante la absorción de aquél por éste, para conformar el Real Betis Balompié.

Son muchos los interrogantes que resolver en tan intrincado puzle, preguntas que quizás nunca nadie se ha atrevido a realizar, al menos públicamente:

¿Tiene sentido que la Corona, la primera institución del Estado, se plantease otorgar el título de Real a un club no inscrito en el Gobierno Civil y desaparecido de facto, como lo era en el primer tercio de 1914 el Betis FC fundado entre 1909 y 1910?

¿Es lógico además que Alfonso XIII, con demostrado apego hacia el estamento militar, del que era su máxima autoridad, concediese ese título a un Club prácticamente inexistente cuando, en la misma ciudad, se encontraba en pleno apogeo el Sevilla Balompié, fundado e integrado precisamente por familiares y miembros de “su” ejército?

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¿Por qué y para qué se reorganiza un nuevo Betis en el mes de marzo? ¿Qué explica los extraños movimientos de idas y venidas de jugadores entre clubes sevillanos? ¿Por qué alguien hasta entonces ajeno al football, como Pedro Rodríguez de la Borbolla, aparece en escena?

¿Es pura casualidad que justo tras obtener la corona fuese el Betis absorbido por el club de los hijos de los oficiales del ejército, ese Sevilla Balompié que aparecía desde el inicio como el destino natural de un título de Real?

¿Qué pasó con José Luis Gallegos? ¿Por qué perdió todo el protagonismo que cabría presuponer en quien fuera primer Presidente oficial del SFC y fue prácticamente condenado a un olvido eterno por los sevillistas de esta época, en beneficio de su sucesor en la presidencia, Paco Alba?

¿Por qué los estatutos sevillistas son modificados y refundidos a mediados de este año por iniciativa de Alba, recalcando en su artículo 1 que la sociedad fue fundada el 14 de octubre de 1905 con la denominación Sevilla Foot-ball Club?

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¿Qué razón movió al Ayuntamiento sevillano a conceder una notabilísima subvención al Sevilla Balompié? ¿A quién y por qué tenían que obsequiar los balompédicos con los puros adquiridos con el dinero de la importante subvención?

¿Por qué el Sevilla FC se queda al margen de la fusión entre béticos y balompédicos?

¿Por qué hubo un residuo de béticos que se negaron a integrarse en el Balompié tras la absorción?

Hasta ahora, casi todas las investigaciones y aproximaciones a la historia respecto a este año de 1914 se han preocupado sólo por la información estadística, los resultados, glosar las aventuras y desventuras deportivas de los equipos sevillanos y sus figuras, el siempre jugoso anecdotario de la rivalidad, leyendas urbanas y algunas noticias institucionales, las más sobresalientes, presentando los datos de manera descriptiva, todo lo cual es lógico y no pretendo que sea tomado como una crítica, pues salvo escasísimas excepciones, tales aspectos concitaban el interés casi único de los biógrafos tradicionales, por ende también de los seguidores y demás interesados en el tema.

Consideramos, sin embargo, pese a todas las dificultades expuestas y otras muchas, que es necesario dar un paso más y profundizar, o al menos intentarlo, en la complejidad de las relaciones sociales entre los clubes, los acercamientos y distanciamientos habidos, las desconfianzas, los celos, las ambiciones, las legítimas aspiraciones, en definitiva, la posible motivación de los hechos y de las conductas observadas para comprenderlos y obtener así una explicación de porqué las cosas se dieron como se dieron y cuál era su significado. Es ésta una labor interpretativa no exenta de riesgos, que en algunos casos puede bordear incluso el terreno de la conjetura, y que por tanto se enunciará aquí a modo de hipótesis, y no de tesis, con todo el respeto que se merecen las instituciones afectadas y las personas que tuvieron protagonismo en lo sucedido. Confiamos en que no olviden esta advertencia cuando se enfrenten a la lectura de los próximos capítulos.

(Continúa leyendo el próximo capítulo de UNA REGIA SORPRESA aquí)

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   3 comentarios :

  1. Interesantísimo lo que nos propone Enrique Vidal. Habrá que estar atentos a sucesivos capítulos a ver cómo se van resolviendo las cuestiones que se suscitan.

    La clave, en idem sevillista, creo que está en la primavera del 14. En ese instante se instala una disyuntiva que marcará la entidad: por un lado la propuesta de Gallegos (amplitud de miras, creación de un club Ideal, del mantenimientos del sportsmen como base, integración y interconexión entre deportes etc) y, por otra la revolucionaria de Alba (más cercana a la idea que hay hoy día de especialización del club de fútbol como tal). Triunfan las tesis de Alba y la vieja guardia de Gallegos, Lacave, Lasso de la Vega and company se marchan con su música e intelectualidad a otra náutica parte

    En cuanto a lo de la fusión, la "Realidad" del Betis y demás, me da la impresión de que es la primera (de tantas) mezcolanzas asquerosas de política y fútbol, con Perico, Eladio, los liberales, las subvenciones, el poder y demás como actores principales

    Pero esperaremos a leer a Enrique, Cornelio y Cia (que, como el chiste de Lopera en el CD del Pelotazo, les estamos quitando la PLM a Don Carlos Romero poco a poco)

    Abrazos a todos

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  2. Pues para abrir el apetito desde luego te ha servido, querido Enrique, nos quedamos con ganas de más. De antemano enhorabuena por la investigación, por el ansia de saber que conduce al conocer y por formularte preguntas de cuya respuesta muchos intuimos desde hace años su tenor, pues la lógica y el sentido común suelen coincidir para apuntar en la misma dirección

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  3. Esto promete.

    Este Trivial del año 14 se va a llenar de quesitos...

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