miércoles, 24 de abril de 2024

GODZILLA ES SEVILLISTA


Comparecemos, como habitualmente, para hablar de datos, esas cosas frías y objetivas que muchas veces no interesan, ya sabemos que lo que vende es el relato, las circunstancias descontextualizadas que justifican, especialmente, la derrota. Por otro lado, no les contaremos cosas que ya no sepan, pero que nunca decepcionan ni dejan de asombrar.

Pongamos algún ejemplo.

El dato objetivo sería que el Sevilla FC ganó unas 10 veces a lo largo de la historia por cinco o más goles a su contendiente que hoy mora en la Avenida de la Palmera. Sin embargo, el relato pasaría por la abrupta irrupción de Godzilla de las entrañas del Villamarín en mitad de esos partidos, lo que no permitió remontar al equipo local con sus rayos cósmicos que apuntaban a la fiel e indestructible infantería apiñada en las gradas. La mitad del estadio estaría dispuesta a jurar ante la biblia que esto de Godzilla sucedió así, cosa que la tradición oral confirma, fuente de toda fiabilidad, de la misma forma que juraron que no cantaron nunca el “hola, hola, hola, donmanué”. 

Godzilla, para colmo y desazón de la parroquia local, emergió con camiseta blanca y medias negras, destrozando el estadio, obviamente como los tanques del 36, razón indiscutible e impepinable por la que fue enviado por los malvados sevillistas, que son capaces de esto y de mucho más, no lo saben ustedes bien, por eso son odiados en toda España, cosa que al sevillismo le preocupa muchísimo. Las últimas encuestas subrayan que a un 99,9% de sevillistas les quita el sueño esta cuestión de ser odiados en toda España y tienen las consultas psiquiátricas petadísimas.

Las variantes a la irrupción del coloso radioactivo desde la profundidad de los suelos sevillanos para justificar por qué pierden, podrían ser: la historia del obrero, el partido del 22 a 0, el caso Antúnez, las papillas, las obligaciones de la Caja Rural, la biriprensa, Alfaro retirando del futbol a Capi, Sánchez-Pizjuán cortando las catenarias de los tranvías con unas tijeras, o bien, actualmente, el haber puesto como jefe de los árbitros a Medina Cantalejo, cosa curiosa, porque aunque todo el mundo sabe que los sevillistas son cuatro gatos, tienen el inmenso poder de manipular todos los estamentos oficiales mundiales específicamente en contra del betis, desde la comunidad de vecinos, hasta la FIFA pasando por la UEFA, pero ellos, que son mil millones de criaturas, no tienen narices de colocar a un bético ni como conserje del Calavera.

Hijos, el mundo está muy mal repartido.

El siguiente dato objetivo que sólo interesa a gente científica por ser ciencia, es que el Sevilla FC ha ganado casi el 70% de los encuentros históricos en todas las competiciones oficiales en las que se enfrentaron los dos clubes sevillanos, pero el relato, que es lo que vale, nos indica claramente que esto ha sido por la propia idiosincrasia sevillista que no tiene valores y que sólo vienen a jugar al fútbol e intentar ganar, cosa inaudita, ¿dónde se ha visto eso?  y que lo de ellos es más que un club con sentimientos indescifrables para el resto de la población mundial, que es lo que realmente vale en el fútbol.

Eso sí, no sea que el 70% de games won nos parezcan excesivos, la biriprensa cuente sólo los partidos de Liga, que, aunque están decantados claramente a favor del club de Nervión también, puesss… hombre… parece que es menos, ¿no? y que la cosa está más igualada, cosa que, además, la malvada prensa manipulada por sevillistas no cuenta.

Dicho lo cual, el siguiente dato objetivo, que sólo interesa a cuatro sevillistas con mala sangre, es que el primer derbi tuvo lugar en febrero de 1909, día de San Valentín, por cierto, habiéndolo ganado el tercer equipo sevillista, (algo así como el Sevilla C) al primer equipo bético por 4 a 0. Pero este es un dato soez, de mal gusto recordarlo para la prensa, aunque dicha prensa sea sevillista de toda la vida, permítannos que nos riamos. Mejor recordar el primer encuentro de Liga, que también ganó el Sevilla FC, pero ya parece otra cosa.

Mención aparte merece la denominación de “derbi”, últimamente potenciado desde Madrid y bautizado como “El gran derbi”, cuando realmente, lo de derbi, era una nomenclatura que iba perdiendo peso, tan sólo es una reminiscencia de la etapa mediocre de un Sevilla FC de entre las décadas de los 70 y finales de los 90, sin ambición debido a muchos factores ya estudiados y en la que se conformaba con ganar al equipo verdiblanco como si se tratase de un tonto útil. 

Como decíamos, ya se le iba conociendo como el ex derbi, denominación que se le puede aplicar por ser dos equipos del mismo ámbito geográfico, pero especialmente por la igualdad en las competiciones en las que participa. Como comprenderán, este último hándicap no se da ni se dio nunca, siempre hubo un equipo a años luz del otro en todos los ámbitos; en palmarés y en cualquier registro estadístico positivo. Con respecto al primero, un Córdoba – Betis sería un derbi también.

Dicho lo anterior, a Madrid no le interesa el fútbol sevillano por su majestuosidad, por su histórica escuela sevillista, tan solo le interesa el morbo, dar una visión de catetos dándose de garrotazos, poner a andaluces “grasiosos” que hablan raro y montar el circo a partir de ahí.


Tras el anterior paréntesis sobre intereses mesetarios, el relato nos dice que, como todo el mundo sabe, un equipo grande es aquel que mueve una gran masa social y llena su estadio. El Real Madrid, por ejemplo, es grande, no por sus innumerables títulos europeos, ni por ser el mayor ganador de la Liga, o por tener muchos títulos de Copa de España, es porque llena su estadio, de la misma forma que nadie conoce a una tal “Juventus de Turín” ni a un tal “Chelsea” porque sus estadios rebasen ligeramente los 40.000 espectadores. Aquí sí les diremos que entiendan la ironía y aprovechamos para decirles que la entiendan en todo el escrito.

En fin, ¿que de vez en cuando el equipo de La Palmera es capaz de ganar un encuentro doméstico? Sin duda, en esta ocasión lo tiene más fácil por la situación del Sevilla FC.

¿Que el Sevilla FC tiene mucho más que perder que ganar con este tipo de encuentros? Sin duda igualmente, cada vez que hay un derbi el Sevilla FC pone en juego su prestigio, gane o pierda. Por el contrario, esto le da caché y visibilidad al equipo verdiblanco, mientras que el otro equipo tan solo perderá una vez más de tantas y si gana será para ellos el summun de la historia futbolística mundial.

¿Qué el bético prefiere que su rival baje a Segunda a ganar un título? Hay estudios sobre ello que lo confirman. Al revés sería impensable.

¿Qué van a extrapolar dos años buenos al resto de sus 109 años de historia? Eso ni cotiza.

¿Qué seguirán sin encontrar al tío del palo a pesar de las decenas de cámaras en la zona? Ilusos.

¿Qué seguirán diciendo que Superman huyó de Milikito? (Aquí pueden reírse).

El supuesto derbi es una cuestión interna de Sevilla, es ajustarle las cuentas al equipo de La Palmera por el camarero tocawitos y pesado de los desayunos, por el vecino chillón de al lado, por el hermano que se desvió no sabes cómo y te habla no sé qué de asientos mientras sueñas ganar otro título continental; por tu suegra, hija de mala madre, que se hizo bética justo cuando empezaste a salir con su hija, o por el quiropráctico que te aprieta un nervio de más porque sabes que eres del grande y necesitas apretarle el cerebro, pero eso no le importa un soberano pito a Madrid, sólo a nosotros. Es como la Feria, nunca la entenderán.

Por favor, déjennos zurrarles, como siempre y si lo hacen ellos será porque bracearon repetidamente con la cabeza agachada y nos alcanzó un guantazo de casualidad.

Godzi, haz tu trabajo.




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