CON MUCHO GUSTO, PARA ESO ESTAMOS
POR GUARDIANES DE LA MEMORIA.
Esto es como una emisora de radio, hay canciones para todos, ustedes hágannos peticiones y se las ponemos.
Esta va dedicada a algunos señores que cayeron crédulos desde chiquetitos en las histerias del abuelete verderón que les sentaba sobre sus piernas, para contarles la mentirijilla de lo malos que fuimos los sevillistas, y justificar que, una vez tras otra, a lo largo de una centuria perdiesen sin fin ante el grande de Andalucía.
Ni de lejos, aún tras el inmenso espacio de sequía de títulos fueron capaces de superarnos absolutamente en nada, ni tan siquiera olieron de lejos qué significa ser eso del equipo más laureado y con más gloria de la ciudad y del Sur de España.
Son capaces de elevar a palabra de Dios una carta al director de un periódico ya desaparecido hace muchos años. Es decir, mañana mismo publicamos una mentira en una carta al director en ABC, por ejemplo, diciendo que el Betis fue el equipo republicano del pueblo, de los pobres y de los obreros, y hasta pueden llegar a creérselo.
De vuelta con las famosas obligaciones vemos, no sin cierta sonrisa, la carta en cuestión aparecida en Betisweb:
Si quieren saber más sobre la adquisición del estadio bético, pueden leer aquí y aquí, pero nos dedicaremos a las palabras del Sr. Rivodigo, un señor que mintió descaradamente y se quedó con el beticismo que terminó por creerle, como el engañabobos que puso en marcha el timo de la estampita.
Aunque no lo crean, el problema reside en que estos personajes, en pleno siglo XXI, que como definición entienden que una “Obligación hipotecaria” es un papel de origen sevillista, que obliga y subyuga a los béticos, no a otros, solo a ellos, con el fin de minarles la moral, además del bolsillo, para terminar de hacer lo que intentamos siempre, es decir, acabar con el Betis. Como si no estuviésemos bastante ocupados ganando copas, títulos y trofeos para la ciudad estos últimos años. Además todo el mundo sabe que los labradores y los pequeños ganaderos del campo solo pueden ser béticos, al contrario que los sevillistas que somos a la fuerza los terratenientes opresores.
Esto, que es el verdadero meollo de la cuestión, subyace en el inconsciente colectivo de muchos béticos desgraciadamente.
Tras esto aparece entre algunos de ellos una especie de moralina, tiran de épica, como si de un Ave Fénix se tratase y se consuelan grupalmente pensando que todas las desgracias que les ha ocurrido en su historia son imputables a los fascistas sevillistas que las han propiciado, incluso maquinado, y no les falta algo de razón. El Sevilla FC fue muy fascista metiéndoles goles en el terreno de juego siempre. Todo un dictador que les metió las cabras en el corral cada vez que se escapaban, la última vez esta misma temporada, muy creciditos ellos, en la que les cayeron por décima vez en la historia cinco goles como cinco soles. Y no fueron las máximas goleadas, otras fueron mayores.
Eso es fascismo sevillista de verdad, lo demás es literatura.
Una obligación hipotecaria –para que se vayan enterando de una vez- es un préstamo (empréstito), que hace una determinada persona física o empresa a un tercero, en un determinado plazo, respaldada en títulos inmobiliarios, el cual recibirá un tanto por ciento de interés al término del mismo. Es decir, el dinero se devuelve cuando acaba el plazo establecido con sus intereses correspondientes. En el caso que nos ocupa, se emitieron 100.000 obligaciones, con un interés del 7% anual. No sería de extrañar que de 100.000 obligaciones, la mayoría de 500 pesetas, cualquier persona interesada en estas condiciones obtuviese una o varias, independientemente de sus colores futbolísticos.
Obligación significa que el Sevilla FC estaba obligado a devolver el empréstito con sus respectivos intereses, como así fue.
Los pobres béticos “obligados a ganar dinero” que las adquirieron, parece que renunciaban a ello porque rompían aquellos “papeles raros”. Pobrecitos. Todo el mundo sabe que solo había una caja de ahorros en toda España y solo se podía ir a esa. Entiéndase la ironía que no abandonamos en ningún momento del escrito.
Y aquí el que no se consuela es porque no quiere, ya que en el caso hipotético en el que fueses a un banco que te impusiese tal barbaridad, leches, vete a otro. En aquella época había varias cajas de ahorro y decenas de bancos repartidos por toda la geografía nacional, y como comprenderán en todos no les iban a obligar a comprar obligaciones, valga la redundancia.
No hubo que obligar a nadie, era un producto más de la caja de ahorros correspondiente muy productivo, como otros que tenían los bancos. Por lo que sabemos, las condiciones fueron muy buenas y el papel se agotó pronto entre los miles de sevillistas que sufragaron, una vez más, la compra de sus estadios y este era el cuarto ya. Muy pocos sevillistas volvieron a cobrar sus intereses. Los béticos con ojo, que los hubo, acudieron motu propio para ganar dinerito, invirtieron y sacaron pingües beneficios. Faltaría más, nosotros sí pagamos nuestras deudas.
Es decir, que hubo béticos que invirtieron monetariamente en el valor futbolístico seguro de la ciudad, y les iba a importar bastante que fuese la casa del rival mientras les llenase los bolsillos.
Otros, incluso en una patética y lamentable falta de información o ignorancia supina, ponen al frente y como brazo ejecutor de la coacción para comprar obligaciones al mismísimo D. Ramón Sánchez-Pizjuán. Desconocen estos incautos que D.Ramón falleció cuatro meses antes de que salieran al mercado las obligaciones.
Estas cosas, enteraos bien, son las que os tienen que explicar vuestros historiadores y no tenéis necesidad alguna de enteraros por una página web sevillista, para no tener que hacer el ridículo de la forma que lo hacéis. Este es el interés de vuestros historiadores, que sigáis con las histerias en vez de conocer vuestra historia tal cual ocurrió, están más interesados y absortos en el nacimiento sevillista en 1890.
¿Y el Betis? ¿Nunca hizo algo así?
Pues claro, en 1961, ¿no lo iba a hacer? Pero en esta ocasión no lo concertaron con una caja de ahorros, sino con varios bancos. Los sevillistas, entre los que también habría pobres labradores y ganaderos, que fueron a pedir un préstamo, si que tendrían menos opciones de librarse de pagar el baratísimo estadio bético al equipo verdiblanco ¿O es que vosotros acaso no obligasteis desde más bancos incluso, a más gente si cabe, según vuestra teoría picasiana?
Otra leyenda urbana, ridícula por cierto y que avergüenza al más pintado que investigue un poco, es la del trato de favor que obtuvo el Sevilla FC con respecto a los terrenos que el Ayuntamiento le recalificó en 1987.
El punto de partida no puede ser otro que dichos terrenos eran propiedad del Sevilla FC, comprados en 1938 a la Inmobiliaria Nervión por parte del Sevilla FC.
Insistimos, eran terrenos que pertenecían al patrimonio sevillista y fueron recalificados siendo el alcalde de la ciudad Manuel del Valle. Iba a ponerse en marcha lo que se denominó como el Proyecto Stearling.
Estos terrenos pasaron a ser propiedad del Ayuntamiento de Sevilla y la empresa Construcciones y Contratas tras la venta de los mismos por parte del Sevilla F.C., y promovieron conjuntamente el Plan Especial que debía desarrollar los objetivos del Plan General, y encargaron su redacción al Arquitecto inglés James Stearling junto con el proyecto de la edificación. Las obras comenzaron con la construcción de la pantalla perimetral de los sótanos y el vaciado de su interior, pero se suspendieron en la primavera de 1991, quedando durante muchos años en lo que se denominó laguna de Stearling. Finalmente se terminó construyendo el denominado Centro comercial Nervión Plaza.
El Betis, como el perro del hortelano que ni come ni deja comer, pidió igual trato para con su club, cuestión que podría haber sido “de justicia”. Manuel del Valle comentó que no pondría ninguna objeción en recalificar terrenos del Betis, pero el alcalde preguntó que dónde estaban los terrenos aledaños de su propiedad.
Era un “pequeño detalle” que los béticos obviaron, ya que a diferencia del Sevilla FC el Betis no contaba con suelo de ningún tipo. El Sevilla FC era propietario de los terrenos colindantes.
No contentos con esto, en vez de intentar ocultarlo un poco para disimular el ridículo, siguen aireándolo de forma vergonzosa.
Pídannos otra canción, estaremos encantados de ponerla.
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Se le ovlida puntualizar a tan quisquilloso señor un detalle, sobre lo de "Ochohermoso" que tan simpático le parece.
ResponderEliminarNo fueron dos veces, sino una y fue en los Cuartos de Final de la Copa de Europa. Es el riesgo de enfrentarse a aquel Madrid cuatro veces una temporada, que alguna te metieran ocho.
En Liga:
JORNADA 3:
29 de septiembre de 1957. En Madrid (Santiago Bernabéu)
REAL MADRID C.F. - SEVILLA C.F. 6-0
JORNADA 18:
19 de enero de 1958. En Sevilla (Sánchez Pizjuán)
SEVILLA C.F. - REAL MADRID C.F. 3-2
En la Copa de Europa:
CUARTOS DE FINAL (IDA)
Fecha: 23-01-58; Estadio: Santiago Bernabéu
REAL MADRID CF - SEVILLA CF (ESP) 8-0
Goles: 1-0 Di Stéfano 11´, 2-0 Kopa 37´,
3-0 Marsal 47´, 4-0 Di Stéfano 55´,
5-0 Kopa 74´, 6-0 Gento 81´,
7-0 Di Stéfano 86´, 8-0 Di Stéfano 89´.
REAL MADRID CF, 8;
Alonso, Marquitos, Santamaría, Lesmes, Santiesteban,
Zárraga, Kopa, Marsal, Di Stéfano, Rial, Gento.
SEVILLA CF, 0;
Bustos, Romero, Campanal, Valero, Arenas,
Maraver, Liz, Arza, Ramoni, Antoniet, Loren.
CUARTOS DE FINAL (VUELTA)
Fecha: 22-02-58; Estadio: Sánchez Pizjuán (Sevilla)
SEVILLA CF (ESP) - REAL MADRID CF 2-2
Aquella temporada el Real Madrid tampoco se enfrentó al Real Betis.
A ver, que levante la mano el que haya dicho aquí que el España Balompié fue el antecesor del Sevilla FC.
ResponderEliminarSi es que no saben leer y después pasa lo que pasa: fue el antecesor del Sevilla Balompié, chavalito.
Sí, ese fue tu equipo antes que el Real Betis. Tus historiadores no te cuentan nada y callan como ternascos.
Iban dos y se cayó el de en medio que era Bétínico de sangre.
ResponderEliminarMás tonto y se rompe.
XD
Si es que son asin. Pero si se han creido hasta lo de la bandera en la final de la Champions.
ResponderEliminarPoresicos.
ResponderEliminarSuponiendo que lo de las Obligaciones tal cual lo entan fuese así, los béticos siguieron aceptando el crédito con esas condiciones. Sería por algo ¿no? Igual hasta les convenía.
ResponderEliminarQue alguien le diga al lechuga de Triana de Al final de la Palmera, que si no pone el periódico de donde saca la información es como si se la inventara.
ResponderEliminarChus.