LA TERTULIA BÉTICA, UN NIDO DE…
POR GUARDIANES DE LA MEMORIA.
ABC 17 Julio 1934
Decía López Lozano, el viejo cronista local, que la Tertulia Bética, realmente llamada Tertulia Cultural Bética aunque nunca hiciera uso de su primer adjetivo, era el lugar “donde verdeaban los verdes”, bonita definición teniendo en cuenta que el autor tenía sus simpatías entregadas a la causa sevillista.
Sabemos que en 1934 la Tertulia se reorganiza e inaugura unas instalaciones en la calle Tetuán.
ABC 30 junio 1934
La remodelación y acondicionamiento del local fueron encomendadas al arquitecto sevillano José Manuel Benjumea Vázquez-Armero.
ABC 25 Julio 1934
Era el homenajeado hermano del acendrado falangista Eduardo Benjumea, quien siendo presidente del Betis de la posguerra, protagonizó aquella cobarde marcha atrás de su palabra dada al traspaso de Antúnez al Sevilla después de que se hiciera público, llevando el asunto a la cúspide de la Jefatura del Estado, donde él, y los notables béticos del momento (y de siempre), se encontraban rodeados de buenos amigos.
ABC 18 Julio 1988
Reportaje de Manuel Rodríguez López
Presidía aquella Tertulia Bética, inicialmente, D. Gerardo Pedrós, siendo su Secretario D. José Cía González, y eran socios destacados desde la primera hora béticos tan ilustres como Antonio Moreno Sevillano, Federico Cazorla y, sobre todo, Francisco Bohórquez Vecina.
ABC 21 Junio 1935
Como vemos, sería precisamente Bohórquez Vecina designado Presidente de la Tertulia Bética en junio de 1935, después del gran éxito verdiblanco en la Liga, aunque en plena crisis económica por la incapacidad de mantener, sin la hacienda de Sánchez Mejías, los salarios millonarios de sus grandes figuras. Planeaba entre los balompédicos una irreprimible envidia hacia el vecino Sevilla F.C., Campeón de España en aquellas fechas, y se iniciaba ya también el declive bético, mucho antes de que estallase la Guerra Civil, con la huida de Mr. O’Connell, Lekue, Areso, Urkiaga y compañía hacia lares menos “tiesos”, así como el abandono de la afición.
ABC 30 Julio 1985
Al año siguiente, 1936, antes de que tuviese lugar el alzamiento militar, la Tertulia Bética, presidida por Bohórquez, tuvo una extraña participación, para ser una Tertulia, en un acto muy singular, la firma del contrato de arrendamiento del Estadio Municipal de Heliópolis. Así lo relata una crónica de El Mundo Deportivo:
El Mundo Deportivo 19 Julio 1936
La fecha del acto fue el 16 de julio de 1936, sólo un día antes del levantamiento militar en África y dos días antes de iniciarse el Movimiento en la península. A estas alturas, los conspiradores tenían perfectamente definido su plan, incluida la rebelión en Sevilla, en la que fueron protagonistas decisivos socios y miembros de la cúpula directiva del Real Betis Balompié, así como de la propia Tertulia Bética, a saber, José Cuesta Monereo, Eduardo Benjumea, José Sanchez-Laulhé, Adolfo Cuéllar Rodríguez-Jurado y Francisco Bohórquez Vecina, entre otros.
¿Dónde se gestaron las reuniones preparatorias del complot? ¿Qué lugares de tertulia podían servir de tapadera a la conspiración sevillana? El manto de la clandestinidad lo cubre (casi) todo. Ciertamente es difícil demostrar el contenido de las conversaciones entre los implicados, pero sí que coincidían un día sí y otro también un buen puñado de ellos en cierta sede de la calle Tetuán, aunque seguro que sólo hablaban de fútbol.
La fotografía que se acompaña a continuación, tomada por Serrano, nos muestra el acto de la firma del arrendamiento de Heliópolis.
ABC 22 Julio 2013
En ella se encuentran los representantes de la Tertulia Bética presidida por Bohórquez (conocido como el “Bandolero”, quien no figura en la foto, distraído en otras ocupaciones más altas en aquellas horas decisivas), y en el centro, el alcalde republicano, Horacio Hermoso Araújo, que tenía, él no lo sabía, pero algunos de los que le rodeaban sí, las horas contadas. Fue fusilado en septiembre de 1936.
En los meses posteriores a la sublevación, se le acumulaba el trabajo a algunos de los tertulianos. El presidente Bohórquez, junto a su colega José María Doménech Romero, fue uno de los auditores de guerra más siniestros y despiadados durante la represión.
El Holocausto Español – PAUL PRESTON
Pero pasado un tiempo, el auditor ubriqueño pudo recuperar parte de sus actividades previas. Eugenio Cazorla, hijo del ilustre miembro de la Tertulia Bética, Federico Cazorla, íntimo de Bohórquez (lo llevaba consigo a todas partes, ya fuese al Patronato, a la Tertulia o a la Junta de Gobierno de la Macarena) nos cuenta, en una excelente entrevista publicada en el portal Manquepierda (*), algunos detalles interesantes:
-El nombre oficial de la Tertulia era Tertulia CULTURAL Bética. Lo de cultural no sé a qué venía a cuento, porque en todo los años que la frecuenté, no vi más que tres volúmenes de una enciclopedia, que en sus mejores tiempos tenía diez, y la guía de teléfonos.
-Yo no conocí la Tertulia sino hasta cuando inauguró su local en la calle Velázquez donde estuvo situada muchos años. La inauguración fue muy solemne. Tuvo lugar en 1937 o 38, en plena guerra y el invitado de honor fue el general Queipo de Llano. Conservo una foto de dicho acto.
(*) Es una pena que el autor de la entrevista, Alfonso del Castillo, quien para ilustrar la entrada ha publicado diversas fotografías proporcionadas por el propio D. Eugenio Cazorla, no haya publicado precisamente la de inauguración de la Tertulia bajo la presidencia de Queipo de Llano. No pensemos mal, seguro que ha sido una inocente casualidad.
La importancia de la Tertulia Bética era tremenda, tanto que se solapaba con el propio Club. En una entrevista a Antonio Moreno Sevillano, éste llegaba a afirmar, refiriéndose a la Tertulia, que "esta entidad bética fue la que alimentó y mantuvo al Betis Balompié durante la guerra. No tenían ni siquiera Secretaría, y se reunían aquí. Esta, en verdad, era la Secretaría del Real Betis Balompié."
Si antes de la Guerra Civil, fue lugar de encuentro de conspicuos verdiblancos y futuros golpistas, durante la guerra y después, su entregada filiación al franquismo y la Dictadura era ya irrefrenable.
Cuando el Presidente de la tertulia, Bohórquez Vecina, fue ascendido a General, allí estuvo la Tertulia. Su queridísimo colega Moreno Sevillano se ocupó bien del caso:
ABC 5 DE Octubre de 1952
Pero si algo hay que destacar, particularmente, es la intensa devoción bética a la figura de Gonzalo Queipo de Llano, de cuyo curriculum sangriento poco necesitamos reproducir aquí. Tres muestras traemos para documentar nuestra afirmación.
Primero, fíjense en la contribución económica para la onomástica (sí, han leído bien, la onomástica) del virrey de Sevilla, nada menos que 500 pesetazas de ¡¡1938!!, cuando la gente se moría de hambre por las calles en plena guerra. Sumen lo que pone la Tertulia y el resto de béticos (vaya, parece que no todos eran obreros republicanos represaliados por ser del Betis) que hemos identificado entre los primeros contribuyentes:
ABC 4 Enero 1938
Segundo. Demos un salto en el tiempo, y veamos ahora quiénes acompañaron coronas de flores al sepelio de D. Gonzalo. ¿Sorprendente? No, desde luego.
ABC 11 Marzo 1951
Tercero y último. Observen la postura oficial y pública de la Tertulia Bética ante la posibilidad de que se erigiera un monumento en Sevilla para Queipo:
ABC 30 Julio 1968
Queipo, Presidente de Honor de la Tertulia Bética, Bohórquez Vecina, Presidente Efectivo de la Tertulia Bética, José Cuesta Monereo, Presidente de la Comisión Consultiva del Real Betis Balompié, José Sánchez Laulhé, Presidente honorario del Real Betis Balompié, Eduardo Alvarez Rementería, hermanos Alarcón de la Lastra, Sáenz de Buruaga, Fernando Coca de la Piñera, General Castejón, General Luengo Muñoz y un largo etcétera de espadones, por no hablar de los civiles.
Golpistas, represores y, ante todo, muy pero que muy … BÉTICOS.
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Despues de leer esto lo primero que he dicho ha sido: oooooostiaaaaaass
ResponderEliminarEnhorabuena.
Y quién sabe si para conseguir la firma no mediaron falsas promesas de salvar vidas en caso de que...
ResponderEliminarEl equipo de los obreros.
ResponderEliminarVender la burra y engañar al gitano
¿Cómo han sido capaces de vendernos la burra de haber sido perseguidos en la posguerra? Con Queipo, Cuesta, Bohórquez, etc., que eran LOS QUE MANDABAN, no solo simpatizando con el Betis sino EJERCIENDO DE BÉTICOS MILITANTES, ¿tendrán dura la cara? Béticos, mentirosos, troleros enfermizos, envidiosos ... y sus historiadores más, por perpetuar una mentira gorda, sin rectificar ni pedir perdón por ello. ¿Lecciones de qué pretendéis dar? La paja en el ojo ajeno y la viga en el vuestro. ¡Qué triste debe ser pertenecer a un club cuya filosofía es un camelo! Vuestro sentimiento se funda en una colosal mentira. Ahí tenéis vuestra penitencia.
ResponderEliminarErnesto Valle.
Estos temas deberian ser puesto en escena en actos públicos y culturales en la Ciudad de Sevilla, para que toda la ciudad supieran de donde venimos cada uno.
ResponderEliminarYo que estudié en la Academia Politécnica Sevillana sita en la calle Alcázares y posteriormente en la calle Cervantes doy fe de todo esto expuesto aquí.
Enhorabuena por el articulo.
Por cierto, se les han escapado a ustedes más béticos entre los donantes. En ella está también D. Valentín Pérez Martínez, miembro de la Tertulia Bética, y Presidente del Real Betis Balompié. Otro amiguete de Queipo & Cia.
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