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domingo, 20 de abril de 2008

* Natum ex Hipalis



CRONOLOGÍA DEL NACIMIENTO DE LOS CLUBES SEVILLANOS

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sábado, 12 de abril de 2008

* The foot-ball club of Seville

Es verdaderamente penoso cómo algunos “investigadores” maquinan argucias para intentar confundir a las personas con respecto a estas cosas de la historia del fútbol sevillano.

Estoy convencido de que cuanto más profundizan y escarban algunos personajes del equipo coronado por su majestad, ya sea en hemerotecas, en testimonios, en documentación gráfica, etc... más se dan cuenta de las mentiras que hasta ahora se han dicho del Sevilla FC y no tienen forma de mantenerlas vivas. De momento necesitan contar nuestra historia a su manera para mantener la suya propia.

Estamos en una fase donde estos personajes no lo asumen, (ni lo harán) y se dedican a inventar y manipular determinadas cuestiones que pongan en duda aquello que descubrieron siempre en contra de lo que contaron.

Debo decir que hasta ahora nadie ha desmentido lo que en la “Palangana Mecánica” se ha escrito, desmontando estas mentiras que desde tiempos inmemoriales han contado. No quiero decir con esto que estemos en posesión de la verdad, (nada más lejos de la realidad) y si se demuestra lo contrario a lo aquí escrito: chapeau.

Créanme que es realmente fácil. Quien quiera y tenga datos solo tiene que escribir por aquí. La verdad es la verdad y habrá que asumirla incluso si no nos favorece. Pero de momento nada de nada.

Uno de los flancos por donde intentan erosionar, es en el del nacimiento del mejor club de Andalucía, (esto al menos sí que es indiscutible). Hablan de la falta de actividad durante el periodo 1905/1908 donde el club sevillista encuentra a poquísimos equipos con los que jugar y de lo que ya hablamos en su momento ---> Aquí

Pero hay otra cuestión en la que hacen especial incidencia e insisten. Nos dicen que la organización futbolística existente en 1905 se llamaba “Sociedad de foot-ball” y que por lo tanto es una denominación de una extinta y distinta sociedad por ello, a la del Sevilla Fútbol Club que conocemos en nuestros días.

Ya ven que estos no se cortan ni un pelo y el rigor científico de las afirmaciones brilla por su ausencia. ¿Cómo intentan demostrar esto?

Ellos aportan el siguiente documento:

Es un extracto de la Guía Gómez Zarzuela de 1906. Esto era una Guía privada de empresas y sociedades de carácter privado en las que se inscribían previo pago. ¿Quiere decir esto que aparecían todas las empresas y sociedades de Sevilla en esta guía? NO. Sólo las que quisiesen pagar la cuota pactada.

En cualquier caso se enumera literalmente en esta guía la “Sociedad de Foot-Ball de Sevilla”. ¿Era este el Sevilla FC?

De ello no hay la menor duda.

En primer lugar aparecen los socios fundadores y su presidente a la cabeza, Don José Luis Gallegos, aunque existe una errata y se escribe “Ruiz” por “Luis”. No deja de ser curioso cómo está inscrito el que podría ser el hilo conductor entre el club del que hay noticias en 1890, Don Carlos Langdon -hijo del Doctor Langdon- que formó parte del equipo primigenio de finales del siglo XIX. Pero esto es harina de otro costal del que hablaremos en otro momento.

En los estatutos del club basados en los de 1905 aparece la definición Sevilla FC claramente por lo que no habría la menor duda sobre esto.

Pero ¿por qué en la guía se escribe “Sociedad de Foot-Ball” y no “Sevilla Foot-ball club”?

A día de hoy el anglicismo “CLUB” está totalmente integrado en la lengua española, pero por aquellos años no, por lo que se hacía una traducción literal de su significado. Si hoy buscamos en cualquier traductor el vocablo “CLUB” del inglés al castellano, veremos que no existe traducción porque ya está integrado en nuestra lengua, pero en aquella época se tradujo como “SOCIEDAD”.

Dejando momentáneamente a un lado las traducciones, veamos que dice hoy la Real Academia de la lengua de este vocablo:

Club . m. SOCIEDAD fundada por un grupo de personas con intereses comunes y dedicada a actividades de distinta especie, principalmente recreativas, deportivas o culturales.

Yo creo que con la simple definición esto ya sería demoledor y desmontaría cualquier teoría tendenciosa.

Es decir: “CLUB”=”SOCIEDAD”.

Pero muchos se preguntarán por qué no se tradujo también el vocablo foot-ball. Esto es sencillo de comprender porque en teoría podría haber sido traducido como balompié, pero esa palabra no existió hasta Agosto de 1908 en que Don Mariano de Cavia la inventó, por ello era intraducible 2 años antes y aparece así escrita tal y como está. Es como si hoy pretendiésemos traducir el vocablo “Crocket”.

También vemos el ejemplo de cómo en 1909 se funda la REAL SOCIEDAD que conservó la traducción al castellano de la palabra “CLUB”. Bien podría haber pasado esto con el Sevilla FC, pero sus fundadores prefirieron conservar la voz inglesa.

Cuando hablamos de “Real Sociedad” sabemos perfectamente a qué equipo nos referimos y no decimos “Real Sociedad de San Sebastián”. Por esto nos preguntaríamos el por qué no aparece el nombre de la ciudad en una guía de sociedades sevillanas y la explicación a esto es muy fácil: no existía otra sociedad de foot-ball en esta ciudad, por lo que no era necesario nombrarla.

Esta forma tan burda y soez de intentar confundir y por tanto de crear dudas sobre esta cuestión es muy fácil de desmontar, como han podido comprobar. Una vez más estos “investigadores” no se retrotraen a la época de los datos que pretenden ofrecer, e intentan analizar los datos con la mentalidad de nuestros días, que es muy distinta a la de principios del siglo pasado.

Por tanto, en la Guía Gómez Zarzuela de SEVILLA aparece inscrita la “Sociedad” (CLUB) de FÚTBOL, o si lo prefieren el SEVILLA FÚTBOL CLUB.

Y por fin, no deja de ser curioso cómo aquellos que pretenden nacer en 1907, antes de la invención del vocablo que les define, (balompié), en 1908, se esfuerzan en querer ver la paja en ojo ajeno. ¿Tiene esto algún sentido?
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lunes, 7 de abril de 2008

UN SEVILLISTA EN LA PRESIDENCIA DEL BETIS

UN SEVILLISTA EN LA PRESIDENCIA DEL BETIS

Ignacio Sánchez Mejías fue un gran torero de principios del siglo XX. Es necesario escribir fielmente los datos históricos, teniendo en cuenta que este hombre fue un hito en su tiempo además por otras actividades relacionadas con el mundo del arte y de la cultura.

De niño- nacido en 1891- ya jugaba a torear con Joselito el Gallo del que terminó siendo cuñado, por cierto, Joselito fue sevillista, amigo de grandes jugadores del Sevilla FC, en cuyos campos, (Mercantil y La Victoria), entrenaba para ejercer el toreo.

Cuando Ignacio contaba con 17 años se embarcó rumbo a Nueva York. La policía lo detuvo en la aduana porque lo tomó por anarquista dinamitero, pero su hermano Aurelio, que vivía en México, consiguió rescatarlo. Comenzó a trabajar en Veracruz y se estrenó como banderillero. Como tal se presentó en Madrid en septiembre de 1913, y el 21 de junio del año siguiente en Sevilla.

Recibió una cornada terrorífica, que le partió la femoral. Si no murió fue por su juventud y su excepcional fortaleza física, pero el percance y sus secuelas lo alejaron por unos años de llegar a ser matador de toros.

En 1919 tomó la alternativa en Barcelona de manos de Joselito y con Belmonte de testigo. La confirmó en Madrid al año siguiente, en abril, ya bajo los signos de su carrera: muy técnico, muy valiente, muy popular, con fama de antipático y capaz de entusiasmar a cualquier público con su valor y su arrogancia.
Escribió varias obras de teatro: Sinrazón, de corte psicoanalítico, que estrenó María Guerrero con gran éxito de crítica y se tradujo a varios idiomas; hizo un gran musical para La Argentinita, con golfillos de La Isla y que incluía las canciones populares de Lorca. También dio una conferencia sobre tauromaquia en la Universidad de Columbia (Nueva York), fue actor de cine, jugador de polo, automovilista, novelista, poeta, promotor de un aeropuerto en Sevilla,…

Aunque muchos le atribuyen la organización del famoso encuentro de “Homenaje a Góngora” que se celebró en el Ateneo de Sevilla, que dio nombre a la universal generación del 27, realmente fue Manuel Blasco Garzón, (presidente del Sevilla FC), quien lo llevó a cabo efectivamente. Su participación en este evento se limitó a una fiesta realizada en su cortijo de Pino Montano donde acudieron los integrantes del mencionado homenaje.

También fue presidente del Betis.

Veamos que dice de este torero Antonio Burgos:

"...Sánchez Mejías fue presidente del Real Betis Balompié, tanto arte no puede ser más que bético. Esto de la Generación del 27 no lo puede inventar más que un bético. El Betis es el único club de fútbol de todo el mundo que tiene en su historia un presidente muerto por un toro. A ningún presidente de ningún club de fútbol le ha dedicado nunca ningún García Lorca un elogio fúnebre en forma de un Llanto que forma ya parte de la historia de la literatura universal..."

Yo realmente no sé por qué la fama de prepotente se nos achaca a los seguidores del club blanquirojo. Pero claro, Burgos igual no sabía cuando escribió esto que Sánchez Mejía era sevillista.

Era profundamente sevillista.

Como ya hemos comentado anteriormente, el caso de presidentes béticos que “ni pinchan ni cortan” no es algo que se inventara recientemente. Ya vimos algo de esto con el Caso Antúnez y el presidente Benjumea, donde personajes de cierta relevancia social, se prestaban a figurar como cabezas visibles, siendo realmente otros quienes llevaban las riendas económicas, deportivas, institucionales y sociales, obteniendo por ello el club cierto prestigio a la hora de presentarse en sociedad.

El caso de Sánchez Mejías como presidente bético no fue la excepción. El torero que se prestaba a presentarse en todas las hermandades donde le requerían, hizo lo correspondiente con el club bético, aunque bajo su “mandato” este club obtuvo cierto avance en lo deportivo.

Sabemos que Sánchez Mejía era sevillista porque era socio del Sevilla FC y tenía su carnet con número que lo acreditaba. Pero hay algunos hechos que pocos conocen y son dignos de mención.

En primer lugar, tras su incorporación a la presidencia bética, sabemos que sus familiares, (en especial su hijo José Ignacio), le recriminaron este acto, ya que era algo incomprensible para ellos como sevillistas. Las malas relaciones entre los dos equipos de la ciudad ya venían de lejos, como muchos de ustedes ya saben.

Tras esto, en una asamblea de socios del Sevilla FC, donde este hecho era la comidilla del mismo, el Barón de Gracia Real intentaba minimizar el hecho de que un sevillista fuese presidente del Betis. Ante esto, el secretario del club en aquel momento, Ramón Sánchez Pizjuán, se puso en pie y se dirigió a la asamblea con unas palabras que bien pudieron ser estas:

“… bien sabe nuestro presidente que nunca he argumentado nada en contra de su magnífica gestión, pero en este caso debe permitirme discrepar, ya que visto el comportamiento que el equipo bético ha tenido con referencia a nosotros, este señor no puede continuar perteneciendo a la familia sevillista…”
La asamblea irrumpió en un atronador aplauso, tras lo cual la expulsión de Sánchez Mejías de la casa sevillista se convirtió en un hecho consumado, como así se recoge en la prensa de la época.

Don Ramón ya era un líder consolidado dentro del sevillismo, no en vano poco tiempo después accedió a la presidencia del club.

Ignacio Sánchez Mejía murió en Agosto de 1934. El toro «Granadino», pequeño, manso y astifino le dio una gran cornada al iniciar la faena. García Lorca le dedicó a este sevillista los ya universales versos:

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.


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jueves, 3 de abril de 2008

¡¡¡A LAS ARMAS!!!

Grito guerrero donde los haya. La historia del Sevilla FC no ha sido un camino de rosas y ha habido momentos realmente belicosos, unos graciosos como ya veremos y otros no tanto, que no pasan de la mera anécdota, pero dignos de mencionar y contar para deleite de muchos.

No crean que la cosa comenzó hace unos años. Comenzó nada más y nada menos que en 1890. Don Juan Castro nos cuenta en su libro “Primeros pasos del foot-ball sevillano” que en el primer partido conocido sobre suelo español entre el Sevilla FC y el Huelva Recreation, un jugador sevillano y sevillista –Enrique Welton- cayó en redondo por una patada en el estómago que le propinó el onubense Pepe García.

Welton perdió el sentido por el golpe y su madre, Doña Josefa Niño, se tiró al campo para corretear a García con el abanico para estrellárselo en la cabeza. Se pueden imaginar la situación de ese hombre corriendo mientras todos los demás jugadores, atónitos, observan con la boca abierta lo que estaba ocurriendo. A Doña Josefa, su niño, no lo tocaba nadie. :)

En los albores de 1914, los por aquellos años abundantísimos derbis sevillanos entre el Sevilla FC y el Betis, eran habitualmente partidos jugados sobre un campo de batalla, donde solo faltaron los mosquetones y las trincheras para terminar de escenificar la guerra entre ambos.
Era muy habitual en los porteros a principios de siglo, además de los bártulos habituales propios de un guardameta, llevar una silla para sentarse a esperar mientras su equipo atacaba, reincorporándose al ver como se acercaba a su meta el equipo contrario. Cosa totalmente inconcebible hoy en día, pero así era habitualmente en algunos porteros de la época.

Una anécdota curiosa ocurrió en un partido llamado de la “Copa violetero”, (el desarrollo de esta copa necesitará un capítulo aparte del que escribiremos en el futuro), donde el portero sevillista, Valenzuela, sufre una fuerte entrada del jugador bético Carmelo Navarro.

Valenzuela estuvo un buen rato doliéndose en el suelo y cuando se reincorporó fue a la portería a por la silla que asió fuertemente para estrellársela a Carmelo. De no mediar otros jugadores, habría ido a parar a su cabeza irremisiblemente.

Pero Carmelo no salió muy bien parado, puesto que otro jugador, Currito Illana, se abalanzó sobre él dándole de golpes. El público invadió el campo, por lo que se pueden ustedes imaginar la que allí se lió.

Ya en 1915, el Sevilla FC viaja a Madrid para enfrentarse al Madrid CF, (todavía no era Real Madrid). Parece ser que el equipo madrileño le endosaba un saco de goles al Sevilla, ante lo cual, ya avanzado el encuentro el jugador sevillista “niño Vega” paró el partido, cogió la pelota la puso en el centro y dijo: “…un momento. Que aquí hemos venido a jugar todos, no solo ustedes…” ante lo cual, los jugadores de ambos bandos que lo oyeron y parte del público explotaron en una atronadora carcajada.

Otras cuestiones a contar sobrepasan lo anecdótico, como la de la cuchillada que Pérez recibió en el partido previo del famoso 22-0, que llevó a toda la historia que todos ustedes ya conocen.

Este blog, pretende ser lo más participativo posible. Sé que muchos de ustedes, lectores habituales, pueden tener alguna anécdota que aportar , cosa que agregaríamos a este post encantados.

Nuestro contertulio habitual yovielgoldebertoni, nos provee de importante información en esto de las anécdotas:

En la temporada 46/47 (?) corría la última jornada liguera. En el viejo Nervión se disputaba un Sevilla-Madrid. Si el Madrid perdía DESCENDÍA A SEGUNDA!!

Al descanso ganaba el Sevilla todopoderoso del Marqués de Contadero, pero en la segunda parte el Madrid de forma totalmente sospechosa se hizo con el partido y salvó la categoría.

Al finalizar el partido los aficionados se liaron a paragüazos con presidente y la directiva que se refugió en el coche del primero, que se aparcaba dentro del estadio. La bronca fué monumental.

PD.- Editado comentario de D. Carmelo Navarro, a petición de un familiar suyo.
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martes, 1 de abril de 2008

* La "otra" copa del rey

Bien avanzada la segunda decena del siglo XX el rey Alfonso XIII acudía a Sevilla con frecuencia por asuntos de ocio, deportivos y otros asuntos “menos nobles” fundamentalmente. Gustaba su majestad practicar el “tiro al pichón” muy a menudo por estos lares sureños y con el mismo tesón y puntería atendía, según cuentan las malas lenguas, específicos asuntos de faldas.

No sabemos bien si por algún tipo de agradecimiento a la tierra sevillana, dona una Copa para que los equipos hispalenses –el Balompié y el Sevilla FC- la disputen. Corría el año 1919.

Se sabe por algunos documentos que hace entrega del trofeo como depositario al Balompié, (el Real Betis era así conocido hasta bien entrado los años 30), y se piensa que se la entregó a D. Pedro Rodríguez de la Borbolla.
Uno de estos documentos que dispone el Sevilla FC en sus archivos históricos, expone que el trofeo de plata sobredorada, con el sello real y cifras, debe jugarse a beneficio de la Cruz Roja y debe disputarse un partido cada temporada, hasta que uno de los equipos gane dos veces consecutivas, el cual será merecedor del trofeo. El primer partido será, como así se acuerda, en el Patronato bético. Firman el vicepresidente primero en aquella época, (a la postre presidente sevillista), Enrique Balbontín y el vicepresidente bético Carlos Alarcón de la Lastra, futuro presidente balompedista también.

Efectivamente, el primer partido se disputó en campo bético el 15 de Febrero de 1920, ganando el Sevilla FC por 2-3. Marcaron los goles por parte sevillista Kinké, Spencer y Cabeza y por parte bética León y Carmelo.

Durante el tiempo que tardase en disputar el siguiente partido, el trofeo pasa a las vitrinas sevillistas, bien para quedárselo definitivamente o bien para devolverlo temporalmente al otro equipo de la ciudad. Acuerdan que el siguiente partido se jugará en septiembre u octubre en el Campo Reina Victoria.

Pero el partido no se jugó hasta el día 14 de Noviembre de 1920, no significando esto algún problema, partido que volvió a ganar el Sevilla FC por 4-0 con goles de Escobar, Kinké, (2) y Cabeza.
Por lo tanto el Sevilla FC ganó esta “otra” y singular copa del rey.
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