* Al pan, pan

…Y al vino, vino como se suele decir. Cuando decidí escribir un blog lo hice con el firme propósito de investigar y ahondar en la historia del Sevilla FC, ya que había cosas que desde la “otra acera” se decían de mi club que no me parecían fuesen ciertas. Es por tanto el objetivo de este blog. Las cosas hay que reflejarlas tal y como son y cuando digo esto, lo digo con todos los datos que son posibles recopilar para ser lo más objetivo posible en estas cuestiones. Digo esto siempre en base a una rivalidad que no debe perderse, que no desde el insulto, cuestión que hemos de evitar siempre y en todo momento. Tras esta declaración de intenciones, comencemos el debate.

En el año 86 al Sevilla Fc se le recalificó una parte de sus terrenos por parte del Ayuntamiento de Sevilla, con el alcalde Manuel del Valle al frente. Iba a ponerse en marcha lo que se denominó como el Proyecto Stearling.

Los propietarios del suelo, que eran el Ayuntamiento de Sevilla y la empresa Construcciones y Contratas tras la venta de los mismos por parte del Sevilla F.C., promovieron conjuntamente el Plan Especial que debía desarrollar los objetivos del Plan General, y encargaron su redacción al Arquitecto inglés James Stearling junto con el proyecto de la edificación. Las obras comenzaron con la construcción de la pantalla perimetral de los sótanos y el vaciado de su interior, pero se suspendieron en la primavera de 1991, quedando durante muchos años, lo que se denominó laguna de Stearling. Finalmente se terminó construyendo el denominado Centro comercial Nervión Plaza.

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El Betis pidió igual trato para con su club. Cuestión que podría haber sido “de justicia”. Manuel del Valle comentó que no pondría ninguna objeción en recalificar terrenos del Betis, pero preguntó que donde estaban los terrenos. Era un “pequeño detalle” que los béticos obviaron, ya que a diferencia del Sevilla FC el Betis no contaba con suelo de ningún tipo. El Sevilla Fc era propietario de los terrenos colindantes al estadio desde 1937, fecha en la que Ramón Sánchez Pizjuán los adquirió como patrimonio del club.

Todo este asunto fue causa de que se tomara como un desagravio, ya que entendían que se beneficiaba al Sevilla FC dejando de lado al otro equipo de la ciudad. De hecho es un asunto que caló negativamente en el beticismo y como muestra un botón:

A finales de los 80, Manuel del Valle era Alcalde de Sevilla y sevillista confeso. Tanto el BETIS como el s.f.c. iban en picado económicamente. Nuestro equipo acabó como sabéis, bajando a 2ª. El s.f.c. no. Ellos vieron como el Alcalde cambiaba el P.G.O.U. permitiendo que se construyera en los aparcamientos del estadio nervionense el famoso "Proyecto Stirling" (aún no realizado) y robando a Sevilla una zona abierta en un barrio cada vez más saturado como es Nervión. Esa fue la "recalificación de terrenos" que salvó al s.f.c. del segundazo que sí sufrimos nosotros. Ellos vendieron la gran parcela y sanearon su economía.

Esto es parte de un documento muy popular entre béticos llamado “Razones para ser antisevillista”, que se ve por internet y que confunde la realidad, ya que entre otras cosas el Sevilla sí acabó en segunda. No por ello es sentir de todos los béticos, dicho sea con contundencia.

No obstante algunos años después el equipo verdiblanco intentó algo parecido, analicemos los datos:

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Esto que al final no consiguieron, fue realizado de común acuerdo entre el presidente Hugo Galera y el propio Lopera que ya ocupaba un cargo directivo en la junta del profesor. Lopera, sin embargo, usó este documento posteriormente para "amedrentar" a Galera.

La prensa del momento lo expuso como una oferta para quedarse con el estadio Olímpico, lo que ocurre es que el alcalde Rojas Marcos, no pudo conseguir lo mismo del Sevilla y no se pudo llegar a un acuerdo de uso del estadio de la Cartuja. Por ello Rojas Marcos nos tachó de club insolidario, ya que argumentaba que era lo mejor para los dos, el uso común del estadio que sería llamado Comunale. En realidad no había otra forma de justificar la obra faraónica del Estadio Olímpico que ha quedado más bien como edificio de exposición.

Ya en la actualidad nos desayunamos el día 11 de Septiembre con la siguiente noticia:

El Ayuntamiento de Sevilla ha autorizado al Real Betis Balompie para que amplíe su estadio con cuatro edificios lucrativos de nueve plantas de altura. Las casas unifamiliares del año 1929 quedarán empequeñecidas por la mole de nueve plantas de los tres edificios que ocuparán, de un extremo a otro, el único suelo libre que quedaba entre el estadio y el barrio. Esta parcela, de propiedad municipal, que se extiende de norte a sur desde la calle García Tejero hasta Iguazú, ha sido regalada al Betis a cambio de que retranquee los tres inmuebles citados para evitar un impacto urbanístico tan elevado. Con esta medida, al barrio le quedará apenas una explanada de 2.500 metros cuadrados a todo lo largo de la calle Doctor Fleming que, según el Consistorio, se convertirá en “una gran plaza pública semicircular para separar lo más posible el estadio del barrio de Heliópolis”, en palabras del teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Emilio Carrillo.

Un Emilio carrillo del que les recordamos escribió esto:

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Un Emilio Carrillo que para hablar de “su” Betis, necesitó apoyarse en el Sevilla FC.

Volviendo al tema, se le regalan al betis unos terrenos que pertenecen a todos los sevillanos, donde deben construirse determinados edificios para que financien el acabado del estadio a medio hacer desde hace más de 10 años.

Es necesario recordar que a lo largo de la historia del Sevilla FC, éste ha tenido ya 4 estadios de construcción propia y que el último, el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán supuso una losa económica y deportiva por ende que duró casi 45 años por tener que soportar la amortización del mismo.

Sin embargo, el equipo de la Palmera nunca tuvo un estadio de construcción propia y siempre ha estado exento de problemas de este tipo, ya que algunos de los estadios donde ha jugado a lo largo de sus historia fueron siempre en régimen de alquiler y este último, el de Heliópolis, se presupone es un regalo del pueblo de Sevilla ya que no hay documento alguno que pruebe su pago, (como ya hemos dicho en otras ocasiones), aunque si está registrado como dueño del mismo. Nunca tuvo terrenos ni suelo de su propiedad en ninguno de los estadios por los que pasó a lo largo de su historia.

Mucho se ha hablado de la supuesta ayuda por parte de las instituciones a la entidad sevillista, pero analizando estas cuestiones históricas, la balanza siempre estuvo de un único lado y este no es el sevillista. Las cosas son como son y ahí están.

Conociendo a Jose María del Nido, (al que no conozco de nada personalmente), no creo que se descarte en el futuro un trato parecido al Sevilla FC, puesto que sí es de justicia que tenga derecho a un trato igualitario, aunque en estos momentos está teniendo dificultades con el PSOE para poner en marcha la nueva ciudad deportiva en el Aljarafe.

Cosas.


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