lunes, 27 de febrero de 2012

LA SEVILLA DEL BALÓN. (I PARTE)

Seguimos con nuestro apartado de “Críticas literarias” a esos libros llenos de gusanos, moho, caspa e inquina que podemos encontrarnos en algunas librerías. Son ya varias las críticas que venimos haciendo de algunos de ellos y los que nos quedan, que son muchos. Hace poco estuvimos revisando el de Antonio Hernández, que pueden ver aquí; el esperpento del chico mentolado, o el libraco infumable de Emilio Carrillo.

Hay quien pueda acusarme de desmontar tópicos, inútilmente, de aquellos abuelos que maquinaban en las tabernas bajo los efluvios del mosto barato. Y nada más lejos de la realidad.

Los mitos y leyendas sobre el fútbol sevillano que se desmontan aquí de forma documentada, no fueron urdidos por esos abueletes de verde a los que les concedemos nuestra comprensión por su vehemencia; dichos mitos fueron perfectamente diseñados con nocturnidad y alevosía. Escritores, políticos, empresarios, directivos –todos béticos- con un peso social importante, promulgaron haciendo uso de una propaganda ruin y carente de toda base científica, (grandes maestros de las malas artes), usando un populismo barato, que es lo que hace que un político consiga votos más fácilmente, que un escritor venda libros, o que un personaje adquiera cierta relevancia entre los de su pelaje, sin hacer referencia al ímpetu de dotar de más valor del real al objeto de sus deseos.

Una engañifa en toda regla para conseguir beneficios o revalorizar un producto, lo que viene en llamarse un timo a los incautos, una especulación en toda regla, incluso, por qué no, sentenciar falsamente a sabiendas de que cuando hacen correr un bulo, será muy difícil borrarlo de la memoria colectiva. El daño ya está hecho.

Algunos interpretan que desde aquí queramos darle la “vuelta a la tortilla” y hacer que todo lo que viene hablándose popularmente inducido por todos estos personajes sea al revés y adquirir las “virtudes” del otro para beneficio propio. Y nada más lejos de la realidad. La Historia ha dotado a cada club de esta ciudad de las suyas propias y yo prefiero quedarme con las mías, qué quieren que les diga, que son muchas.

Nunca existió un Betis republicano, como nunca existió un Sevilla FC fascista. Pero si hay que hablar de ello porque nos obliguen, el Betis estuvo más cerca del fascismo y el Sevilla FC de la República. Una especie de “discriminación positiva” necesaria para mitigar tanta falacia proveniente desde bando bético por parte de estos personajes; donde desde la fundación bética hasta finales de los años sesenta, el Betis, estuvo regido en buena parte de su historia por militares, muchos de ellos golpistas y represores, y sus jugadores lucharon en bando nacional. Así por el contrario, componentes del Sevilla FC fueron fusilados por su pertenencia a la izquierda, o algún presidente fue exiliado y algunos de sus jugadores estuvieron en bando republicano combatiendo.

¿Quiere esto decir entonces que el Betis fue el fascista y el Sevilla FC el republicano?

Decididamente no.

Aunque el Betis fue regido por militares de rancio abolengo golpista buena parte del tiempo, tuvo un presidente republicano. Por el contrario, aunque buena parte de componentes sevillistas militaron en pro de la República, contuvo algunos componentes, eso sí, menos que el otro equipo, de bando nacional.

Y esta es la realidad, no hay otra. La heterogeneidad política en ambos clubes primó siempre, especialmente entre sus aficiones. Tan pobres o ricos hubo siempre en ambas y pertenecientes a todas las capas sociales.

Pero hay quien se ha empeñado, especialmente desde finales de los años setenta, en dibujar un escenario “de guerra” donde deben encuadrarse a los sevillistas como señoritos, hacendados y fascistas, y a los béticos como republicanos, obreros y pobres en un momento donde interesaba política y socialmente que esto fuese así. Una especie de lavado de imagen a modo de borrador de la historia, donde por arte de Birlibirloque, antes había cardos y espinas y ahora hay flores y primavera.

A estos y solo a estos son a los que van dirigidos este tipo de post. Por estafadores de la memoria.

Es el caso del libro de Mercedes de Pablo Candón, concejala del Ayuntamiento de Sevilla, titulado “La Sevilla del Balón”.

Hablaremos en el próximo post, (II Parte), de este libraco indecente a todas luces, donde el poder político de la época, incluso en las altas esferas,  arremete contra el sevillismo despiadadamente.

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viernes, 24 de febrero de 2012

POLE FUTBOLÍSTICA

No es casualidad que digamos que el Sevilla FC es el mejor y más grande Club de Andalucía. Hay gente a la que esto le molesta en sumo. Cuando lo decimos lo hacemos con fundamento y una argumentación sólida. Ser los primeros en algo, tener mayor masa social,  la expresión del sentimiento o la afectividad, no tienen nada que ver con esta afirmación. Esas son otras cosas.

El sentimiento por el “club de los amores de uno” no es algo medible, tampoco tangible, ni cuantificable ¿quién puede medir mis sentimientos por el Sevilla FC y bajo qué escala de valores?

Nadie en realidad.

Es algo que pertenece al mundo de la vivencia empírica y de la subjetividad. Alguien puede creer o sentir que su club es el mejor del mundo, pero que lo sea en realidad es otra cosa. Para ello existe lo que se llaman “parámetros establecidos y generalizados por todos”. En ocasiones nuestro sentimiento nos puede llevar a echarnos una mentirijilla piadosa a nosotros mismos, nada grave en realidad, aunque lo malo es que lleguemos a creérnosla.

Cuando hablamos de carreras de atletismo, motociclismo, ciclismo… por ejemplo, el llegar primero es fundamental. En fútbol esto no tiene sentido, porque se trata de competir para ganar y el que más veces gana, vence. La regularidad y la cadencia son fundamentales, la velocidad no. Ser el primero en algo fuera del concepto de la  competición  no es sinónimo de nada futbolísticamente hablando, la competición en términos futbolísticos se mide por esos otros parámetros, por lo tanto solo podemos medir estas cuestiones con los datos que tenemos, los que son cuantificables. El Sevilla FC por ejemplo, fue primero en muchas cosas, sin embargo no es algo que cuente para su palmarés, no cuenta jamás para el sevillista, porque su objetivo es meter más goles que el contrario y más títulos.

El Real Betis Balompié, por ejemplo, es un equipo que está a años luz del resto de los equipos andaluces a excepción del Sevilla FC. El palmarés bético supone algo inalcanzable para ellos, algo que no podrán conseguir fácilmente por muchos años que pasen. Por esta regla sí se puede cuantificar, ya que ningún equipo andaluz no sevillano ha conseguido una Liga y dos campeonatos de España que son los que posee el Real Betis Balompié.

Igualmente ocurre a nivel local, además con sus particularidades. Hay pocas diferencias con esto de lo que hablamos, donde por mor de la rivalidad, el fútbol se metamorfosea en una especie de carrera por ver quien llega a ser el primero en algo y curiosamente esta actitud no se da de lado sevillista desde nunca. Querer quedar por encima de tu rival haciendo referencia a que un título lo ganó antes que el otro, puede rozar el esperpento.

Aunque no estaría de más recordar que el Sevilla FC fue el primero en ganar un Campeonato de España, cuando dicha competición era la más importante, incluso por encima de la Liga. O ha sido el primero en ganar una Supercopa de España, el primero en ganar un título europeo, el primero en ganar dos títulos continentales, incluso tres. También ha sido el primero en ganar una Supercopa de Europa, en conseguir dos títulos de Mejor equipo del mundo; el primero en participar en una Copa de Europa, el primero en ganar títulos en cualquier tipo de régimen político, encabeza la clasificación histórica de todos los equipos andaluces,… no acabaríamos.

No oirán a ningún sevillistas decir que fue primero en algo. Les oirán decir qué es lo que ganaron conforme al palmarés establecido y eso es lo que le convierte en el mejor equipo andaluz.

Sin embargo sí debemos oír permanentemente quién fue el primer equipo sevillano que ganó una Liga.

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Son momentos en los que el fútbol se convierte, por parte de uno solo de los bandos,  en una carrera de Fórmula 1, por ver quién consigue una pole, pero aún así y llegados a este caso, el Sevilla FC se las lleva prácticamente todas. Más veloz, más contundente, más ganador, mejor coche y sobre todo… mejor escudería.

¿Quién podrá achacarnos –en ese caso también- que digamos lo que es verdad y esto es que el Sevilla FC es el más grande club andaluz de todos los tiempos?

Otros pretenderán ser el mejor equipo del Universo, ¿ganaron al Ganímedes FC en la Liga interplanetaria de la constelación de Orión quizás?

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jueves, 23 de febrero de 2012

GUILLERMO CAMPANAL AMORTAJADO

Sirva como tributo a su grandeza y su vida dedicada al Sevilla FC. Una triste foto tomada cuando falleció en 1984. Campanal “El Gordo” formó parte de la “delantera Stuka” junto a López, Pepillo, Raimundo y Berrocal que consiguieron, una Liga, dos subcampeonatos de Liga, el Campeonato de España de 1939 y un honroso tercer puesto, ahí es nada.

Fue máximo goleador del Sevilla F.C. de todos los tiempos; 217 goles en 281 partidos. No están computados los partidos del Campeonato de Andalucía, (competición oficial). 3 Veces internacional y mundialista en Italia-1934 y ganó para el Sevilla FC la copa de 1935, la ‘Presidente de la República’ y 8 campeonatos de Andalucía. Como entrenador consiguió el subcampeonato de Liga.

Conseguimos esta foto hace tan solo unos días y la publicamos en La Palangana Mecánica. Amortajado con los colores del Club de sus amores.

Siempre en el recuerdo, Guillermo Campanal.

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lunes, 20 de febrero de 2012

1936. UN OBÚS POR LA VENTANA

"... y baterías apostadas en el Ayuntamiento lanzaron obuses contra el Gobierno Civil, situado en la trasera del Hotel Inglaterra. Uno de ellos entró por una ventana de la secretaría del Betis, ubicada en el número 2 de la calle Bilbao, y prácticamente la destrozó." (Isabel Simó)

En pleno siglo XXI y seguimos alimentado mitos.

Uno es de esas personas que un tiempo estuvo trabajando para la Armada española por un sueldo que solo daba para algunas cervezas en el Club de Tropa. Independientemente de otras consideraciones que no vienen al caso, me aportó unos conocimientos, que ayudaron a ampliar mi cultura general. En concreto, me enseñaron a diferenciar algunos de los utensilios utilizados en la artillería y para que eran bueno cada uno de ellos. Confieso, que solo recuerdo los aspectos generales y para la elaboración de este post he decidió consultar páginas especializadas en la materia para documentar lo que digo.

Ahora viene lo del tiro tenso o tiro parabólico. Esto es la versión artillera de cómo tirar una falta. Hay dos formas: o pegas un cañonazo, (¡pedazo de símil!), o la tiras de vaselina. El cañonazo, sería el tiro tenso, y la vaselina, el parabólico.

El tiro tenso no tiene más remedio que evitar la barrera, de otra forma, nunca podría alcanzar el objetivo. Supongamos que nos permiten colocar una barrera de treinta jugadores, estaríamos obligados a utilizar el tiro parabólico, ya que la barrera nos taparía toda la portería.

Definida la diferencia entre el tiro tenso y el parabólico, volvemos a la artillería de guerra, no a la de fútbol. Obviemos las características técnicas de calibres y longitudes del ánima y vayamos a lo práctico, que transcribo de páginas especializadas en lo militar.

Las armas que producen un tiro muy poco tenso, es decir, una parábola muy acusada, se llaman morteros. Los morteros disparan con un ángulo de elevación muy alto (normalmente, pero no necesariamente, superior a los 45º).

También podrían batirse estos blancos con armas de tiro más tenso, pero habría que darles un ángulo excesivo de elevación; la trayectoria del proyectil sería muy larga, pero su distancia proyectada en la horizontal, muy corta. Estaríamos (y nunca mejor dicho) "matando pulgas a cañonazos".

El obús tiene un tiro más tenso que los morteros. Sus ángulos de elevación típicos (pero no exclusivos) están por debajo de 45º. Su alcance horizontal es mayor.

El cañón es algo parecido al obús, pero con el tubo para disparar más largo, así que el proyectil sale más rápido, para entendernos.

¿Para qué es útil un tiro poco tenso? Para batir, en distancias cortas zonas desenfiladas del fuego.

Como ven está todo inventando, es lo mismo que tirar una falta por encima de la barrera.

Estamos en Sevilla, el 18 de julio de 1936, y las tropas rebeldes atacan el Gobierno Civil con obuses… ¿Con obuses he dicho? ¡Ah, no! ¡Que no he sido yo el que lo ha dicho!

Para quien no ubique los sitios sobre los que vamos a comentar les adelantamos los lugares principales. En verde la secretaría del Betis y en azul el Gobierno Civil. En amarillo donde se encontraban los artilleros:

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Ahora buscamos información en libros rigurosos que nos cuentan cómo fue aquel día de julio. Resumiendo, los rebeldes se presentan en la Plaza Nueva con una batería de ametralladoras y dos morteros, más tarde traen un cañón y otro que le arrebatan a los resistentes. Nada de obuses.

Plaza Nueva 1936

Comienza el asalto, los defensores ocupan Telefónica y desde allí disparan a los atacantes. Conforme van tomando posiciones, con el objetivo del Ayuntamiento conquistado, el ataque se dirige al Gobierno Civil, que se encuentra en la calle de atrás del Hotel Inglaterra. Los defensores han ocupado el hotel para defender mejor la posición. Desde la esquina de la calle Granada disparan contra el Hotel. El cine Capitol que se encontraba en la Plaza Nueva sufre los efectos del intercambio de proyectiles.

Cine Capitol

Una vez que rinden Telefónica avanzan por la Plaza Nueva con los cañones y disparan contra el Hotel Inglaterra para hacer rendirse a sus ocupantes. La batería de ametralladoras y morteros avanzan por el lateral de la Plaza Nueva. En la esquina de Méndez Núñez se producen enfrentamientos entre las tropas.

Y así quedó el Hotel Inglaterra.

Hotel Inglaterra 2

Teniendo en cuenta el armamento utilizado y la dirección de los disparos, parece poco probable que un obús entrara por la ventana... pero no queda ahí la cosa.

Tenemos que dejar claro que no todo el beticismo piensa y actúa de la misma manera. Pensarlo no solo sería una temeridad, sino que además sería falso. Tenemos un claro ejemplo de lo que es luchar por la verdad, Rafael Medina, entre otros, pretende quitar las hojas pochas de su "lechuga" y quedarse con las hojas verdiblancas sanas y fuertes. Contar la historia como fue. Esto dice Rafael:

Del escritor y bético D. Antonio Hernández, autor del relato “La Marcha Verde”, durante una entrevista concedida a ABC el 9 de julio de 2008, al articulista D. Alberto Guillén, extraemos (...)

"Luego cuando Queipo de Llano entra en Sevilla bombardea la sede del club"

No podemos afirmar que el mismísimo Queipo de Llano, al entrar en Sevilla destruyera la Secretaría del Club, tal como afirma D. Antonio Hernández; esto, es faltar a la desconocida verdad, al rigor histórico, pues el local social verdiblanco, que se encontraba en la Calle Bilbao nº 2 "Guía del comercio e industria de Sevilla.1935 " fue destruido por una bomba cuya procedencia era desconocida.

¡Muy bien, Rafael!

Prosigue con su honorable tarea:

Sin embargo, Manolo Rodríguez y Tomás Furest, en su "Historia del Real Betis Balompié. Tomo II. Ediciones BEA. 1981", afirman que "unos días después del comienzo de la guerra fue destruida la secretaría, que se encontraba en la calle Bilbao, lo cual significó un nuevo mazazo a las ya recortadas ilusiones de quienes parecían asistir al hundimiento de la Sociedad. En aquellos días, según refieren testimonios de la época, las tropas republicanas disparaban contra el Gobierno Civil, situado a las espaldas del hotel Inglaterra. Una de las bombas, que eran lanzadas por elevación, tropezó con la farola situada en la misma esquina de Méndez Núñez, y después de romperla penetró por la ventana de la secretaría destruyéndola por completo". Si bien este relato concuerda en el comentado en el "Medio Siglo de Fútbol Sevillano", de Julio César del Arco. 1957, lo cierto es que no se citan las fuentes informativas por ninguna de las diferentes partes, y ese es el verdadero problema."

Valiente Rafael, ante los suyos. Enhorabuena.

Con permiso de Rafael nosotros vamos a ir un poco más lejos en las afirmaciones de Rodríguez y Furest.

- Unos días después del comienzo de la guerra...

- Las tropas republicanas disparaban contra el Gobierno Civil...

-Una de las bombas, que eran lanzadas por elevación, tropezó con la farola de la misma esquina de Méndez Núñez y después de romperla por completo penetró por la ventana de la secretaría destruyéndola por completo.

Para empezar, los hechos fueron el mismo día del comienzo, no unos días después. Las tropas republicanas, según todos los convenios de escritos históricos, eran los leales al gobierno, lo que también se conoce como los "rojos". Los otros, los que atacaban, se llamaban a sí mismos los "nacionales", término usado por muchos libros de historia, últimamente se utiliza el término "rebeldes" o "sublevados".

Ahora viene lo bueno una bomba lanzada por elevación... se tira para arriba y luego cae para abajo. Evidente.

En la imagen del cine Capitol hemos vistos como eran las farolas que había en 1936, pero antes de su reforma tuvo otras farolas, como nos muestra en una interesantísima entrada el pasado de Sevilla.

plaza nueva 2 quiosco de la musica

¿Quedaría alguna de este modelo en la esquina de Méndez Núñez? Como siempre damos el beneficio de la duda, ahí tienen los dos modelos.

Solo por sentido común, pensamos que, "una bomba lanzada por elevación" no impactará con una farola hasta que venga para abajo. Tras la teórica de armamento de la primera parte, y lo del tiro parabólico, solo me queda recurrir a Coco, con su arriba y abajo. Si la bomba cae desde arriba ¿cómo rebota en la farola? ¿Haciendo boinnnng o boooom? ¿Tan potente eran las farolas de la época?

Esto de saber si una bomba que cae para abajo es capaz de rebotar en una farola y colarse por una ventana para destruir una secretaría por completo sería un buen desafío para Cazadores de Mitos.

Además, si entra un obús por la ventana, o una bomba que rebota en una farola destruye totalmente la secretaría, ¿cómo es que el Sr. Simó llega y se pone a recoger papeles y llevarse copas? ¿No tendría que venir primero una cuadrilla a quitar escombros? ¿O los papeles y las copas cayeron encima de los escombros? No me digan ahora que entró "flojito".

Entiendo que la secretaría de la calle Bilbao sufriera daños, cristales rotos, armarios caídos por las ondas expansivas de explosiones cercanas, impactos de proyectiles de ametralladoras, puertas estropeadas... Todo esto es comprensible, estando cerca del lugar caliente, pero de ahí a las leyendas urbanas que se escriben en algunos sitos, hay un trecho.

Por cierto los que firman lo de la secretaría atacada días después por los republicanos y la bomba que rebota en la farola, son periodistas, ¿entienden ahora lo de la rana Gustavo?

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domingo, 19 de febrero de 2012

ASÍ SE FABRICA UNA MENTIRA

Pues sí, leemos una artículo publicado hace algún tiempo de Isabel Simó, consejera responsable de los asuntos de Historia del Real Betis Balompié, e hija del secretario bético durante varias décadas, Manuel Simó Mateos, donde dice lo siguiente:

“El estadio de la Exposición, que tantas ilusiones había generado entre los béticos, fue incautado por el estado de Guerra para servir de depósito de carros de combate, acuartelamiento de tropas italianas, de caballería, de picadero... Finalizada la guerra, el estadio estaba en una situación tan lamentable que, según testimonio de Simó, quien realizó el inventario, se acordó  abonar una cifra simbólica de 166 pesetas al mes desde 1939 a 1961, pues se tuvo que hacer frente a cuantiosos gastos en la reconstrucción del mismo, hecho que no le permitió hacer buenos fichajes para la temporada 1939/40, quedando sólo de la mítica plantilla de la temporada 1935/1936 los jugadores Saro y Peral.
Tal vez debió solicitar la no participación en la competición de Liga, como hizo el Real Oviedo, pero nuestro Betis es así y como en otras muchas ocasiones, fue más Quijote que Sancho
.”

Pueden ver al artículo completo aquí.

Y es que escribe esto y los más incautos pueden llegar a creérselo.

Isabel Simó profundiza en las mentiras y los tópicos victimistas una vez más a las alturas del siglo XXI que recorremos, pues esto no ocurrió así de ninguna de las maneras.

Felix Martialay y Bernardo Salazar en su libro “Las grandes mentiras del fútbol español”, tildaban esta historieta como mentira, ponían a los mentirosos en su sitio y decían lo siguiente en referencia a 1939 y el estadio bético:

“…Ahora bien, ¿cómo estaba Heliópolis? Por los reportajes gráficos citados, hecho una ruina. Hay, quizá, que reiterarlo para que no pase inadvertido: La cancha llena de hoyos e irregularidades de un palmo de profundidad o altura -según zonas- aquí calva, allá llena de cicutas y zurrón de pastor -"capsela bursa pastoris", es su nombre técnico, no vaya alguno a creer que había bolsas de trashumantes de merinas. Los muros de mampostería con derribos parciales, las alambradas caídas en grandes extensiones ... Y, nadie le había metido mano todavía. …”

“...Y el campo fue arreglado. Seguramente el Ayuntamiento corrió con todos los gastos. Cómo quedó de coqueto pueden verlo. Quienes tengan curiosidad en el semanario "Marca" número 4, de fecha 11 de enero de 1939…”

Como somos muy curiosos decidimos comprobarlo.

Efectivamente, el Betis, firma un acuerdo de cesión del estadio de la Exposición Iberoamericana el 16 de julio de 1936.

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Pero no puede hacerse cargo de él por varias razones. La primera fue porque estalló la guerra dos días después y la segunda porque el estadio estaba ya en un estado penoso por su abandono de años y el Betis sufría una crisis galopante durante esos meses, por lo que no tenía dinero para arreglarlo, y su presidente dimitido.

Es cierto que las tropas fascistas acamparon en el estadio, debió tirarse una valla en el gol norte para que la maquinaria de guerra pudiese entrar, pero no menos cierto es que fue la directiva bética la que pidió el permiso de obras para que esto sucediese así, tal y como consta en los archivos municipales.

[fascistas_italianos.jpg]

Todo esto consiguió agravar más aún el estado de deterioro del estadio, ante lo cual el Excmo. Ayuntamiento de Sevilla,  en colaboración con las autoridades militares, deciden arreglar el estadio y dejarlo como nuevo desde varios meses atrás, sobre 1938, estando la guerra aún en vigor. Una gran re-inauguración se avecinaba, con invitados de “postín” en abril de 1939, aprovechando el campeonato de Andalucía y frente al Sevilla FC.

[Inauguracion Stadium[4].jpg]

Todo esto no se debe al azar. Hay quien pretende que no me detenga en estos detalles, que hable de los directivos por sus méritos futbolísticos o de gestión y no por los políticos, una deferencia que debemos tener desde aquí, pero que nunca tuvieron desde allí. No podemos ser infieles a la historia. José Cuesta Monereo, auténtico cerebro del golpe en Sevilla, curiosamente fundador del Balompié, presidirá en el palco bético la inauguración junto al principal actor, Queípo de Llano.

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Isabel Simó omite datos, los esconde sibilinamente, dejando entrever que la guerra acabó con su equipo en clave victimista, cuando en realidad lo que ocurrió es que la guerra probablemente les salvó. Curiosamente de nuevo, en 1939 cuentan con un estadio nuevo, las deudas desaparecieron por arte de Birlibirloque, con un equipo completamente renovado y entrenado desde meses atrás y no nos cuenta que los jugadores que perdieron fueron vendidos por el Betis antes de la Guerra Civil. Aún así, los años siguientes fueron aciagos para el Betis, que poco tiempo después comenzaría su calvario particular bajando de categoría hasta Tercera División.

El Sevilla FC ya pagaba una cuota de alquiler por el campo Reina Victoria de 2000 pesetas al año en 1918. Que ustedes pagasen menos de esa cantidad en 1939, 21 años después, por un estadio que no tuvieron que construir, me parece irrisorio.

¿Creen que en estas circunstancias, el Betis debió solicitar, al igual que el Oviedo, la no participación en el Campeonato de Liga en 1939?

Señora Simó, usted no necesita de mentiras para ostentar su cargo y si lo ostenta, no está lo suficientemente preparada para desempeñarlo por desconocimiento.

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sábado, 18 de febrero de 2012

DICTADOS DE LA HISTORIA

Mi muy estimado y respetado amigo Enrique Añino, investigador bético, que colabora en el programa de Historia de su club en "’Radio Betis’, junto al no menos admirado Rafael Medina, historiador del Real Betis Balompié, publicó en Internet hace unos días unas páginas referentes a un libro de cuentas de principios del siglo pasado, concretamente de los años 10.

En ellas se reflejaban los gastos de la Sociedad bética, así como los ingresos y los nombres de quiénes lo efectuaban.

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Es todo un tesoro que debe ser valorado en su justa media, sin duda alguna, es algo que por sí mismo da muchísimos datos, el problema es que no sabemos cual es su datación exacta.

Alguien con cierta intencionalidad escribió esto:

“…Interesantes informaciones extraídas por Enrique Añino de un documento de época hallado recientemente, donde figuran los ingresos y gastos del Betis FC en 1910 y, sorpresa, figura el nombre de D. Eladio García de la Borbolla y no en 1913, fecha que defienden los investigadores sevillistas como la de la incursión de Eladio en la segunda etapa del Betis FC, alentado por su primo Pedro Rodríguez de la Borbolla. Con ello se demuestra que Eladio estuvo o colaboraba, siendo parte activa en el Betis FC desde sus comienzos en 1909-1910 aunque aparezca en fotografías de la época como delegado o directivo del Sevilla FC junto a los once futbolistas eventuales del partido correspondiente…”

Debo confesar que, entendiendo que se trataba de un libro datado en 1910,  mi primera intención fue la de rectificar inmediatamente, pues efectivamente venimos manteniendo que Eladio García de la Borbolla no se integró en el primitivo ‘Betis Football' Club’, absorbido por el Sevilla FC a mediados de 1913, sino en el club que apareció más tarde impulsado por Pedro Rodríguez de la Borbolla a finales de ese mismo año,  llamado ‘Real Betis Football Club’, incluso con algunos componentes del anterior. No tengo por qué dudar de mis compañeros investigadores, aunque sean de otro signo futbolístico, pero releyendo el artículo del Sr. Añino reparé en que no aparecía el año de 1910 por ningún sitio.

Así mismo reparé igualmente que en el listado de socios no aparece Antonio Gutiérrez, uno de los hermanos fundadores del Balompié que decidió incorporarse al Betis Football Club primitivo, habiéndose marchado ya de la Sociedad bética, por lo que debía tratarse de un libro de cuentas posterior, probablemente de 1914.

Por lo tanto, querido amigo, Eladio sigue sin aparecer en 1910 y seguimos manteniendo las tesis originales, a no ser que se demuestre lo contrario, ante lo que no tendré ningún inconveniente en rectificar, porque será lo que dicte la Historia.

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miércoles, 15 de febrero de 2012

UNA PIEDRA EN EL ZAPATO

No soy yo mucho de hacer crítica a los periodistas porque sí, aunque excepciones las hay, pero siempre y en contadas ocasiones cuando son de signo verderón y atacan sin ton ni son al Sevilla FC. Una crítica constructiva siempre es de agradecer independientemente de donde venga, pero tonterías, oiga, las precisas.

Distinto es si el periodista es sevillista, a no ser que sea M. Ángel Cházarri. Con amigos como estos ¿quién quiere enemigos?

Y es que yo a este señor, tengo que decirlo, lo leo muy poco. Ni tan siquiera tengo una imagen mental de él. A lo largo de mi vida le he leído algo así como cuatro artículos, (se te queda cara de tonto),  y sé de él por el amigo Alvarado. Pero es que lo que he leído de Cházarri en todos estos años atrás dice exactamente lo mismo:

1.- Del Nido es muy malo, (aún en los años de los trofeos europeos, ahora lo es más).

2.- Que está rodeado de ultras.

3.- Que Monchi lo hace muy mal, (aunque lo haga bien, con sus errores).

4.- Que el Sevilla FC se está descomponiendo porque las cosas se hacen muy mal, (aunque esté estupendamente).

Estos son los cuatro pilares de los artículos de opinión que en los últimos años le he leído, aderezado con la mala costumbre de intentar comparar loperas con delnidos para deleite verderón, como si esto hubiese sido igual y, por supuesto, con una pizca de demagogia y mentira encubierta.

No sale de ahí. Es monotemático. Es uno de los mayores representantes del periodismo deportivo recalcitrantemente corporativo, del que desgraciadamente adolece esta ciudad, donde se cubren unos a otros en sus errores. Un periodismo putrefacto que quiere imponer mediáticamente sus tesis.

Y es que es tan insistente en el tiempo, que puede que algún día lleve razón. Cuando alguien dice lo mismo un año, y otro año, llegará el día en el que acierte en algo, ya sea por el desgaste del presidente, o porque Monchi falle tanto que no haya más remedio que recriminárselo. Lo gracioso es que después dirá: “¿véis? yo ya lo dije” y es cuando habrá que soltar la carcajada.

Para colmo, habitualmente, dice algo así como que a Del Nido le irá bien mientras entre la pelotita. Y digo yo, ¿es que no se trata de eso? ¡Esto es un deporte donde precisamente se trata de meter la pelotita! Ser periodista solo te lo da la profesionalidad, estimado amigo, no la inquina. Si la pelotita sigue sin entrar, no te preocupes, Cházarri, que ya nos encargaremos  los mismos sevillistas y daremos buena cuenta de ello, se llame Del Nido o San Pedro.

Pero lo peor de todo esto es que hay gente que le cree a pies juntillas y después expresa de carrerilla lo que dice. Exactamente lo mismo.

Yo me pregunto qué es lo que lleva a este personaje, porque es un personaje, a este ataque feroz permanentemente contra el equipo de sus amores, eso sí, sin proponer modelos alternativos en sus disyuntivas, por lo que es una crítica destructiva habitual, falta de objetividad y con la alevosía necesaria.

Quizás si los Medios oficiales sevillistas hubiesen caído en otras manos, este señor no estaría tan rebrincado, ¿verdad?, o en caso contrario, ¿quién está por detrás o quién lleva a este ultra del periodismo a arremeter una y otra vez, pase lo que pase, vaya bien o mal, contra el Sevilla FC?

No estaría de más desenmascarar tanta inquina.

Pero esta es la prensa deportiva, salvo algunas y honrosas excepciones, que tenemos en esta ciudad. Personajes como este son los que manchan a tan digna profesión. Qué envidia me da ver otras ciudades donde la prensa se vuelca con sus equipos y van a muerte con ellos.

En Sevilla somos cainitas hasta para esto. Incluso algún bético, en su realidad paralela, leyendo a este muchacho y por lo que veo, encuentre alguna comparación de la actual situación sevillista, con lo que le ocurrió a su club y que le produjo tanto sufrimiento durante años. Cualquier atisbo de parecido, por lejano que parezca, es motivo de regocijo para él. Yo siempre digo que es bueno que los pollos saquen la cabeza de vez en cuando, porque si no es así, no hay manera de cortársela.

Lopera nunca os dio siete títulos.

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martes, 14 de febrero de 2012

UNA CARICATURA DE LO QUE FUE

Tremendo el espectáculo al que pudimos asistir en Anoeta. Los sevillistas no dábamos crédito a nuestros ojos sobre lo que estábamos viendo. Y no es la primera vez esta temporada.

Una plantilla que puede estar considerada a priori como la cuarta o quinta de esta Liga, comparada puesto por puesto, no consigue ser un equipo con fundamentos básicos y las razones no son visibles absolutamente para nadie.

Tantos entrenadores no pueden equivocarse. El entrenador es el personaje dentro de esta trama al que habitualmente se responsabiliza de que el equipo no funcione. Álvarez se equivocaba, Manzano se equivocaba, Marcelino se equivocaba y, ¿ahora Michel se equivoca?

Algo está pasando y no somos capaces de verlo.

Y la realidad es que los sevillistas de a pie no somos los que debemos indagar en las causas. El Consejo de administración debe investigar, urgentemente, qué está pasando aquí y ponerle remedio.

No se sabe si existe un vestuario en revuelta consigo mismo, algunos jugadores que estén imponiendo su criterio sobre el del resto; si no están siendo lo suficientemente profesionales, si sus vidas personales están en consonancia con la de un profesional que cobra, esto es clave, un auténtico dineral.

El caso es que entiendo que los únicos responsables de esta situación son los jugadores y lo será el Consejo de administración si no pone remedio inmediatamente, ahora, no dentro de una semana, sino en este mismo instante, porque luego podría ser demasiado tarde.

Tenemos un Sevilla FC en clara descomposición, que comienza por el juego que despliega el equipo y que termina infectando al resto de la institución.

El reglamento interno debe ponerse a calentar máquinas y ser aplicado hasta en su última coma por bajo rendimiento en los jugadores. Hay que supervisar y fiscalizar muy de cerca a la plantilla desde la dirección deportiva, porque, en definitiva, los jugadores solo deben aplicar en el terreno de juego cuestiones mínimas y básicas para que el equipo pueda comportarse como tal. No hay más vuelta de hoja.

Este no es el Sevilla FC, es tan solo una caricatura de lo que fue no hace mucho.

Actúen contundentemente, diligentemente, urgentemente, o las consecuencias podrían ser desastrosas. Aún hay margen.

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lunes, 13 de febrero de 2012

SALAZAR Y EL CAMPEONATO DE ESPAÑA DE 1939

Bernardo de Salazar es, para muchos, actualmente, el mejor historiador sobre fútbol en España.

Voz autorizada y respetada.

Una base de datos en movimiento es capaz de ofrecer de memoria cualquier dato que se le consulte.

Expresa su opinión como la siente. Ha publicado veintisiete libros sobre la historia del fútbol e innumerables artículos periodísticos.

Su opinión sobre el Campeonato de España de 1939, que ganó el Sevilla FC,  le ha hecho expresar su negativa a considerarlo como Campeonato de España.

Lo hizo en una obra conjunta, con otro de los grandes historiadores del fútbol, Félix Martialay (q.e.p.d.), “Las grandes mentiras del fútbol español” publicada en 1997.

"Curiosamente sobre la copa donada por el Generalísimo Franco para dicha competición se ha grabado años después la inscripción Campeonato de España, aunque en el tiempo que se celebró y otorgó no tuvo tal denominación."

Más explícito fue el 26 de septiembre de 2007, en el diario As:

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“El 25 de junio de 1939, el Sevilla ganó la final al Racing de Ferrol, pero el torneo tampoco se consideró entonces Campeonato de España. De hecho la Copa del Generalísimo fue entregada en propiedad al ganador. Después, el Sevilla puso en la parte superior del trofeo la inscripción Campeonato de España, asimétrica con el resto del texto.”

Bernardo Salazar consideraba públicamente, en el año 2007, que el Campeonato de 1939 no podía ser considerado como Campeonato de España.

Claro está el Sr. Salazar es un “grande”, y la grandeza se demuestra andando.

Al cabo del tiempo tuvo acceso a una documentación que no pudo consultar en su momento, una documentación, que aportaba datos que hasta hace poco tiempo habían quedado enterrados por el polvo de las hemerotecas.

El 9 de febrero del 2012, en el programa de Sevilla Fútbol Club Radio “Historia Viva”, intervino telefónicamente en directo y manifestó públicamente:

"Efectivamente, el campeonato que ganó el Sevilla, la copa del Generalísimo que ganó el Sevilla, está reconocido oficialmente como Campeonato de España de Fútbol"

"La Copa del año 39 fue Campeonato de España de Fútbol"

Caballerosidad y grandeza, seguro que ya lo han escuchado antes, pero no por ello deja de ser cierto: “De sabios es rectificar.” Bernardo Salazar es una de esas personas en el mundo del fútbol a las que se le puede considerar sabio.

Muchísimas gracias, Bernardo, por tu participación el programa.

Muchísimas gracias por tu aportación a la historia del fútbol.

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domingo, 12 de febrero de 2012

¿ÁNGEL O DEMONIO?

Comprender una afición tan complicada como es la sevillista es un trabajo concienzudo aunque no imposible.

Uno que anda a caballo entre distintos focos de opinión en blanquirojo, intenta sintetizar sobre lo que se habla en los mentideros y pulsar una estadística mental, para nada científica, en el posicionamiento de tales o cuales cuestiones y sacar su propia conclusión.

Hay una cuestión que me llama poderosamente la atención y esto es la falta de perspectiva en muchas de las opiniones, entendido como una especie de alejamiento para obtener una cierta visión de lo que sucede en el sevillismo, ya sea en positivo, como en negativo.

Y es que haber, hay de todo. Una especie de galimatías donde todos tienen cierta razón, pero para nada absolutamente. Hablar de oficialistas y críticos se antoja fundamental, muchos sevillistas se posicionan dependiendo de su visión de la realidad, o de su propias vivencias como sevillistas.

Algunos se conjuraron, en este Sevilla grande de los títulos, confiar per saecula saeculorum  en un Consejo de administración, que les llevó a vivir algo que parecía que nunca llegaría y que morirían sin verlo. El “Hasta la muerte” tiene mucho de esta esencia, porque hasta el día que se muriesen, pase lo que pase, seguirán siendo sevillistas. Una fidelidad muy difícil de encontrar en el fútbol español, porque no se apuesta a caballo ganador, aunque no única, todo hay que decirlo.

Esto es importante, porque a pesar de cualquier penuria,  el sevillismo de estos es inquebrantable, algo legítimo y que aporta cierta estabilidad y gobernabilidad a la institución, algo necesario para avanzar, siempre y cuando el Consejo no se despendole demasiado.

Una vez descritas las bondades y excelencias del oficialista, es necesario decir que no todo el monte es orégano, y volvemos a esa falta de perspectiva para analizar qué sucede realmente. Ocurra lo que ocurra puede bastar el dulce canto de los trofeos del quinquenio prodigioso y no ver más allá, que a muchos les produce un tufo a “sibwanismo” inducido.

Por otro lado, ser exigentes es de naturaleza sevillista. Por contra, está el sevillista, también inquebrantable, pero crítico. Es la antítesis del “manquepierdismo”; el verde frente al rojo; el localismo frente a la universalidad; el victimismo frente a la mentalidad ganadora; la simpatía frente a la competitividad, si bien lo dicho no es en términos absolutos, de todo hay en la viña del señor.

Aunque yo suelo decir que al sevillismo no le hace falta una rivalidad con el otro equipo de la ciudad. Se basta a sí mismo para inventarla y encontrarla dentro, explotándola hasta sus últimas consecuencias,  y si el Betis no existiera, la duplicidad sería tan atroz que habría que inventarlo. La verdadera “pizjuanización”, que no la mal llamada “mestallización”, es un hecho antropológico endémico digno de analizar desde tiempos remotos, pero en un artículo de opinión, las conjeturas como esta,  tienen su cabida.

No me gustaría que nadie confundiese ser crítico, con ser maleducado. Son cosas muy distintas y uno ve, sobre todo en el estadio, a personajes absolutamente desencajados, vena hinchada en cuello, dándote gritos en la oreja -aunque no vaya contigo- insultando a tal o cual jugador, aunque el equipo vaya ganando. Eso no entra dentro de los esquemas a analizar. Los animalitos haberlos haylos, solo Zeus sabrá escrutar sus propios designios. De estos los hay en ambos bandos.

El crítico exige un poco más siempre, aún yendo las cosas bien. Si van mal, pues se pueden imaginar. Arde Troya.

Siendo algo legítimo también, con todas las de la ley, hacen posible ese equilibrio de fuerzas, que exaspera al Consejo de administración hasta límites insospechados, pero que hace al mismo tiempo que este no se duerma en los laureles, lo que viene en llamarse, “ponerse la pilas” para no descuidar los objetivos. Es el sevillismo que mete presión.

Visto lo de bueno que pueda tener, el sevillismo crítico, adolece de caer en la crítica feroz descuidando la generalidad, volviendo a la falta de perspectiva de la que hablábamos antes. No sitúa en muchas ocasiones un determinado hecho en el conjunto de situaciones, circunstancias, relevancia, etc.

Son muchos los errores cometidos a priori por la falta de perspectiva de la que hablamos. Así vimos cómo muchos querían echar a Juande Ramos antes de los títulos, al grito de “donde está el dinero” referido a Del Nido, y muchas cuestiones más de las que no hablaremos, pero que todos tenemos en mente.

En resumen, que ambas posturas son legítimas, tienen sus cosas positivas y de gran valor, pero en la falta de perspectivas de ambas está su talón de Aquiles.

Valga el artículo sin querer socavar en la heterogeneidad del sevillismo y caer en el simplismo. Hay una gran parte del sevillismo que es crítico u oficialista cuando crea que debe serlo y con cierta perspectiva. Es solo un documento para el debate.

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