SEVILLA LE PRESTÓ SU NOMBRE…
… y le correspondió paseándola por el mundo.
Como nos requirió nuestro compañero de la blogosfera, compañero sevillista, decano de los blogueros del Sevilla FC, Jesús Alvarado en su blog, explicamos el origen y los sucesivos cambios del grande de Andalucía gustosamente.
Allá por 1890, el british Club fundado en Sevilla, origen y semilla del actual Sevilla FC -se ponga como se ponga alguno que otro- fue llamado ‘Sevilla Football Club’ tal y como aparece en la prensa de la época, da igual una sola vez que siete. Si fuese un nombre genérico, algo así como el ”club de amigos del football de Sevilla” o vulgo parecido, se referirían al mismo como “Seville”. Pero no, claramente es un nombre específico que dejaba a las claras y de forma diáfana el nombre del Club sevillista. Ya, a finales del siglo XIX, era un club sevillista.
Hay quien pretende atribuirse este primitivo club como el origen de todo el futbol sevillano, que lo es lo miremos como lo miremos, aunque de forma tendenciosa, claro está, intentando vanamente difuminar dichos orígenes. En ese caso, les guste o no también, que sepa que comenzó siendo sevillista. Ahí queda la cosa.
Y en 1905, el Sevilla FC, con parecido número aproximado de elementos ingleses y españoles que la generación anterior, continuó usando el nombre por el que fue bautizado 15 años atrás, con la singularidad de que al ser el único Club de la ciudad y con ánimo de no hacer que los sevillanos se viesen forzados a pronunciar en un idioma que no era el suyo, en una época en que los extranjeros más bien ladraban que hablaban para sus habitantes, se le conocía como la ‘Sociedad de Football de Sevilla’. Sabemos que es el mismo club, porque en la prensa aparece llamado indistintamente por un nombre y por otro. Entre sus componentes era conocido como “The Club”, único y primero de entre todos, como buena tradición inglesa procedía.
Eran tiempos en los que aún no se conocía una traducción del vocablo “Football”, algo que no ocurrió hasta agosto de 1908, cuando el insigne Mariano de Cavia, académico de la Lengua española que publicó en El Imparcial dicha traducción como Balompié, a instancias de un club sevillano que jugaba a orillas del arroyo Tagarete, que comenzaba a dar sus primeros pasos en esos momentos. Nada más y nada menos que 18 años después.
Una vez que apareció el otro equipo de la ciudad, los socios sevillistas quisieron incidir en que se les conociese como el ‘Football Club’, un club cosmopolita y universal, (curioso esto pero es así), frente al localismo y en contraposición al “Balompié”, club que propugnaba el sentimiento nacional basado en la palabra “España”.
La palabra “Club”, entendida como “Sociedad” aparecería traducida por la RAE en 1920 y el vocablo “Football” sería españolizado en su morfología en 1937:
"En la decimosexta edición del diccionario de la lengua española (...) figuran estos nuevos vocablos: GOL, FÚTBOL..."
Todo esto ocurrió en ese periodo de tiempo, que no es poco, pero no volverían a moverse cuestiones nominales hasta acabada la Guerra Civil, concretamente en 1940.
Sería a causa del repelús que le producía a la dictadura que se usasen nombres que no fuesen netamente españoles, sin darse cuenta del desarraigo que produciría en la identidad de muchas de las sociedades que se vieron afectadas. Esto se produciría un 16 de mayo de 1940, cuando aparece la orden de la desvergüenza:
Así rezaba el espíritu de la norma:
«...por exigencias del respeto que debemos a lo que entrañablemente es nuestro, como el idioma, precisa desarraigar vicios de lenguaje que trascendiendo del ámbito parcialmente incoercible de la vida privada, permiten en la vida pública la presencia de modas con apariencia de vasallaje o subordinación colonial. Es deber del poder público, en la medida en que ello es posible, reprimir estos usos, que contribuyen a enturbiar la conciencia española, desviándola de la pura línea nacional, introduciendo en las costumbres de nuestro pueblo elementos exóticos que importa eliminar...»
El ‘Sevilla Football Club’ pasaría a llamarse ‘Sevilla Club de Fútbol’ de forma forzada y que afortunadamente no llegó a hacer que el equipo sevillista, en cuanto a su idiosincrasia, perdiese su identidad. Serían tiempos en los que los directivos de todos los clubes estarían nombrados a dedo por la autoridad y equipos como el “Ahtelic Club” pasaría llamarse “Atlético de Bilbao” y así todos los clubes que contuviesen vocablos extranjeros.
Mantendría ese nombre el equipo sevillista hasta 1975 cuando se abre la posibilidad de que las sociedades puedan recuperar su nombre. Comprobamos en el suelto periodístico anterior cómo en febrero de ese año seguía conservándolo, pero en julio observamos, que tras la asamblea ordinaria, el sevillismo decidió volver a sus orígenes, aún dentro del periodo de dictadura, pero en esta ocasión desechando la posibilidad de usar el vocablo anglosajón “football”cambiándolo por el españolizado “fútbol”.
Un gustazo en cuanto a su pronunciación, aunque a nivel personal no tanto en cuanto a su escritura. Qué quieren que les diga, yo soy mucho de los orígenes.
Gracias a Cornelio y a Alejandro.
SI TE GUSTA EL ARTÍCULO TUITÉALO.