Tito Floren no es una persona que se prodigue en conceder demasiadas entrevistas y en realizar declaraciones. Tampoco le hace falta. Todo el aparato mediático montado en torno a los intereses madridistas es absolutamente bestial.
Florentino, bajo esa apariencia de bonachón es un auténtico diablo. Maneja los hilos de un ejército de medios que actúan piramidalmente. La “Central lechera” es una realidad tangible, tocable, que casi siempre existió, pero nunca actuó con el descaro, con la fuerza, con la potencia, con la “mala leche” y la desvergüenza que lo hace hoy en día.
Estructurada en forma de sucursales, podemos comprobarlo día a día con las existentes en Sevilla, a cuyos profesionales les es aplicado aquel famoso dicho de Alfonso Guerra que rezaba: “…el que se mueva, no sale en la foto…” y todos firmes con los dictados llegados desde arriba.
Poner una pica en Flandes, como ha hecho el presidente sevillista, no tendrá visos de perdón para esta auténtica mafia y comenzarán en breve a movilizarse como si de un hormiguero organizado se tratase. La consigna inicial fue minimizar el hecho, los medios daban la noticia de la reunión convocada por Del Nido a regañadientes, sin ser portada ni noticia principal, a pesar de significar toda una revolución en el mundo del fútbol, no solo a nivel nacional, sino internacional, dado que los rivales de los dos mastodontes enriquecidos son empequeñecidos incluso en Europa. Nunca hubo una manipulación tan brutal como la que hemos vivido estos días y donde la noticia era “el cambio de peinado de Neymar”, por exagerar un poco, que como todo el mundo sabe es la noticia principal. Mañana nos descubrirán el color de la caquita del jugador brasileño, o bien la forma en que este jugador se meterá el dedo en la nariz.
Mejor no hablar de las excelencias “meacolonias” de CR7.
Estos días comprobaremos en los medios televisivos del imperio, amparados en aquello que ellos llaman “libertad de expresión” donde todos somos iguales teóricamente, pero donde parece que hay algunos que son “más iguales” que otros; en aquellas radios afines, en la prensa y en la joya de la corona de la dictadura mediático-madridista llamada “Marca”, cómo Del Nido es una especie de monstruo prepotente, donde la noticia principal será aquella basada en la palabra “minuta”. Una vorágine de perros rabiosos afilando sus dientes en forma de pluma, la de escribir, destrozando y haciendo añicos la imagen del presidente sevillista y, por contra, baboseando a los presidentes del Atlético de Madrid y Valencia CF para que se desvinculen de cualquier tipo de acuerdo llegado en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Vayan preparándose, porque si antes esta famosa reunión no existía, ahora será “la pera limonera”.
Y es que ahora es el momento de hacer posible que, los cada vez más pocos seguidores de otros clubes, pues el catetismo futbolístico español cada día avanza más casi sin poder remediarlo gracias a este imperio mediático, sean conscientes de la terrible manipulación existente en el mundo del fútbol.
“Madridizar” y “Barcelonizar”, en definitiva “polarizar” a los seguidores en dos corrientes y pensamientos únicos, es el objetivo marcado entre ceja y ceja por todos estos. Es lo que les dará más dinero a la postre. Más periódicos, más oyentes, más telespectadores harán posible que el cash sea más contante y sonante y todo en manos de unos pocos. Es curioso cómo incluso en el mundo del fútbol la globalización hace estragos en función de las cuentas corrientes de muy pocos.
¿Se imaginan ustedes una ciudad como Sevilla en el futuro dónde mitad y mitad son del Madrid o del Barça cual pueblo malagueño o almeriense? ¿Se imaginan a nuestros centenarios clubes siendo los segundos equipos locales a la sombra de los mastodontes? Lo del Sevilla y el Betis será una cosa de los viejos, a nuestros hijos les insuflan “por un tubo” y en todos sus sentidos que en este país tan solo existen dos clubes, que además, para colmo lo son, no como los demás, que son comparsas y sparrings de estos dos, sirvientes agradecidos para sus entrenamientos.
Prepárense estos días para ver el despliegue abrumador, devastador cual Atila de la vida, de medios, de “opiniones” y consignas. Del Nido les tocó “el avispero” con un palo, ahora las avispas están encolerizadas.
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