“MENTA Y NATA”: EL ESPERPENTO
Es triste de pedí, pero más triste es de robá.
Y es que no hay nada mejor que ganarse unos centimillos, que desde aquí seguramente le proporcionaremos al personaje haciéndole un poco de publicidad, pero somos almas generosas y caritativas. Es lo que iba buscando y nosotros, gustosamente, se lo proporcionamos.
Hace como un mes y medio, estando en unos grandes almacenes, no me pasó desapercibido un libro con ciertos colores llamativos, (tan solo le faltaba ponerle unas lucecitas de Navidad), ante el cual me atreví a leer la sinopsis parar ver de qué iba.
Sorpresa. Una historia novelada del otro equipo de la ciudad. Imaginen que no iba acompañado, cuando de repente me veo a la gente mirándome. Y es que estaba riéndome ante lo que estaba leyendo. No era para menos.
En realidad se me olvidó ya pasado este tiempo, ya saben que suelo escribir sobre todo lo que se me ocurre, imaginen el caso que le hice al esperpento, pero ayer nos desayunamos un artículo como este:
Podría haber proporcionado miles de titulares para vender su libro, pero no, ese es justo el que buscaba, un titular provocador y agresivo que le catapultará a la gloria por efímera que sea. De todos es sabido –y bien que lo sabía donmanué- que si quieres ganártelos y ser alguien entre los suyos, solo debes hablar del Grande de Andalucía, una lección que, este al menos, aprendió bien.
Ya sabíamos de los escritos de “pastoreo” de Fernando Fedriani en tono victimista, infantil a la postre, en los que nos habla de unos béticos oprimidos por la dictadura sevillista y no seré yo quien le quite la razón: un Sevilla FC dictador en el terreno de juego que los machacó una y otra vez, a títulos y a goleadas.
Este es de los imperturbables. Si a él le caen mejor los sevillistas que odian al Betis, que no es mi caso pues tengo grandes e insignes amigos béticos, mi defecto es que me gustan aquellos que lloran y lloran infinitamente buscando subterfugios para justificar que nunca nos superaron en nada, de los que ya quedan cada vez menos afortunadamente. Divertidísimos.
IMAGEN PÚBLICA SACADA DE ABC
Me contaba mi amigo Agustín Rodríguez, que en paz descanse, que en una ocasión un bético le preguntó sobre si lo que se decía de los tópicos del fútbol sevillano eran ciertos o no, ya saben, lo del obrero, lo de los señoritos, las cesiones de Sánchez-Pizjuán para hundir al Betis… Agustín fue demostrándole con documentos y argumentos que no era cierto y cuando acabó, el bético le dijo: “…mire, tiene usted toda la razón, todo lo que me ha dicho es verdad, me lo ha demostrado, pero yo prefiero pensar mi versión, porque en caso contrario no sería bético y si lo soy es por eso”.
Y algo de esto debe pasarle a este personaje, que sabiendo la verdad histórica, prefiere, no solo creerse la de mentirijilla, sino que se atreve a divulgarla, porque en caso contrario perdería su beticismo. Y miren qué carita. Tan feliz.
Veamos ahora algunos párrafos de la entrevista que no tiene desperdicio:
Independientemente de que Sánchez Mejías fue sevillista de carné demostradamente antes de ser presidente bético, el muchacho mentolado osa, se atreve a decir que no pudo ser sevillista porque era “buena gente” y que por lo tanto los sevillistas no lo somos.
¿No creen ustedes que esto es de inconscientes y un irresponsabilidad?. No sé si cuando habla con el periodista cree que está teniendo una charla de amigotes en el bar de la esquina, o que está en su foro de rayas verdes y blancas en el apartado de “fútbol nacional”. Sigamos.
Y se queda tan pancho. Suelta una barbaridad de tal tamaño y se queda tan tranquilo. Este párrafo es el que debe permitir discernir a los potenciales clientes sobre qué hacer a la hora de decidirse por comprar el libro o no. Que no decimos que no lo compren. Por muy novelado que esté, querido amigo ennatado, debes basar lo que escribes en hechos reales y no en dibujitos de los Tiny Toons.
En 1918, el Capitán General, Ximénez de Sandoval, que no permitió que participasen los jugadores del equipo de los militares que era tu club, sí tu club, el Real Betis Balompié, nació en Málaga y desde muy joven se fue para Cuba, donde hizo su carrera militar y pasó prácticamente su vida allí. Fue el militar que mató a Martí, el héroe cubano. Ya de muy mayor, fue destinado a Valencia y posteriormente en Sevilla donde estuvo muy poco tiempo. Como comprenderás, poco de sevillista tenía este general.
El Real Betis tendió una trampa al Sevilla FC para que fuese eliminado, en la que no cayó y esto fue alinear a algunos niños tentando la caballerosidad sevillista para hacerles desistir y caer eliminados. Tu club usó niños, envió a niños para que se enfrentaran a hombres y estos hombres supieron en todo momento como tratarles.
Pero el Sevilla FC castigó al Betis, que no a los niños, con 22 goles como 22 soles para la historia por tramposos. En el partido anterior correspondiente a la misma eliminatoria, los jugadores sevillistas a duras penas salieron vivos de campo bético. Fueron abofeteados, apaleados y apuñalados. Pueden verlo aquí. Pero esto, por un oído te entra y por otro te sale, bien sabes la historia real porque la has leído aquí mismo, en este blog.
Si esto hubiese ocurrido al revés, no se imaginan ustedes lo que estarían diciendo.
El general tomó esa decisión porque los militares que fueron tres, entérate, y no dos como dices, se vieron envueltos en los tumultos en campo bético y era su responsabilidad que militares bajo su mando no estuviesen involucrados en este tipo de cosas.
Mientes, chico mentolado, estás mintiendo y lo sabes.
Y por último, la perla:
En realidad no sabemos si realmente quería hablar de “cromosomas” o de “genes recesivos” porque esto es para echarle de comer aparte y en lo que no voy a detenerme ni un segundo más, porque hay muchos “informene” y estudios científicos que lo avalan.
Por cierto, te reproduzco aquí el twitter que te mandé, pero con el paso de las horas no respondes:
Como diría aquel, “si esto llega a escribirlo un sevillista, tenemos que salir de España escopetaos”. Pero ¿sabes qué? yo no te odio, más bien me diviertes, no sé si así te caeré mejor o no.
Señor Machuca, por favor, así se las ponían a Fernado VII, por no hablar de los patos que “cazaba” el generalísimo.